En la penumbra de mi habitación sombría,
Heme aquí en desesperada agonía.
Recorre en mi mente cada error cometido,
Cada mentira, cada traición, cada olvido.
Me sumerjo en un mar de remordimiento,
Siento el peso de mi conciencia en tormento.
He destrozado vidas, he sembrado dolor,
Mis actos me carcomen en miedo y dolor.
El tiempo ha pasado sin remedio alguno,
He llegado al punto sin retorno alguno.
Ya es tarde para enmendar lo hecho,
El abismo me llama con un susurro infecto.
Mis manos temblorosas sostienen un revólver,
Mis ojos vidriosos reflejan el dolor sombrío.
Con mi último aliento, con un último suspiro,
apunto hacia mi sien y suelto el gatillo sin pensar.
El eco del disparo retumba en la oscuridad,
Mi alma se desvanece en la eternidad.
Se cierra el ciclo de mi agoníca y triste existencia
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