Mi vida se abre de pronto a la nostalgia
de aquello que se quedó en el pasado,
ante un tiempo impiadoso que no descansa
y que simplemente me sigue arrastrando.
La vida es un juego donde ya jugué mis cartas
donde mi triunfo es ver mis fracasos,
donde mis sentimientos escaparon de mi alma
y yo entre los otoños que me quedé varado.
Veo a las nubes que son grises y ayer eran blancas
y veo las huellas que marcaron mis pasos,
pero mi mente, al recordar, no se apiada
trayendo las ausencias que a mi vida marcaron.
¿Qué no daría hoy por oír esas voces que yo no escuchaba?
¿Por pedirle perdón a aquellos que entonces me abrazaron?
Alrededor de mí el viento me trae las palabras
y me juzgo por aquello que yo he abandonado.
Son mis miserias, mis ideas en el camino deshojadas
entre melancolías que dentro de mí se han refugiado,
mientras el silencio es como un mar que no me agrada
cuando mi única ilusión de angustia está temblando.
Sin proyectos, sin milagros, ya no hay magia
en poder atrapar lo que he amado tanto,
en este presente, donde estoy tan lleno de nada
aún espero a esa muerte que para mí aún no ha llegado.
- Autor: Jorge L Amarillo ( Offline)
- Publicado: 29 de junio de 2024 a las 11:06
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 21
- Usuarios favoritos de este poema: Carlos Eduardo, alicia perez hernandez, Texi, Mauro Enrique Lopez Z.
Comentarios1
Sin proyectos, sin milagros, ya no hay magia
en poder atrapar lo que he amado tanto,
en este presente, donde estoy tan lleno de nada
aún espero a esa muerte que para mí aún no ha llegado.
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La MUERTE llega cuando no la esperas, no avisa, no deja mensajes, no llega cuando uno quiere es deseada pero no le gusta ser desea ella es sorprendente.
Gracias Alicia!
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