La orden de alejamiento
Tercetos encadenados
-¡Dios mío la maltrato, soy consciente
tú sabes bien que yo, no soy violento
haz que los celos salgan de mi mente!
-La amaba con locura en su tormento,
eran celos, malditos, locos celos,
no podía olvidarla ni un momento.
Por amor le cortaba sus anhelos.
-¡por los celos malditos ya no es mía!
-Su llanto reclamaba hacia los cielos.
Los jueces ordenaron lejanía,
la soledad le trajo la locura,
fue creciendo de golpe una manía.
Olvidó poco a poco la ternura
que alguna vez creyó sentir por ella,
una idea escarbaba en su cordura.
-¡Fue siempre para mí como una estrella,
se quedará vacío el firmamento,
pero si ya no es mía!... ¡Ni su huella!
-Y todo ello pasó, en un momento,
en el suelo quedó junto al cuchillo
el sangrante papel de alejamiento.
No muy lejos lloraba un zagalillo.
Mercedes Bou Ibáñez
Tercetos encadenados
Se llama a una serie indefinida de tercetos,
en endecasílabos, en los que el verso que queda suelto en el primero
coincide con los que riman en el segundo;
el que queda suelto en el segundo con los que riman en el tercero
y así sucesivamente: ABA, BCB, CDC... XYX, YZYZ.
La última estrofa suele ser un serventesio,
o un serventesio más un pareado, para evitar que quede un verso suelto:
El poema Elegía, de Miguel Hernández es una obra maestra
en tercetos encadenados.
https://youtu.be/8kYI2AupQRc
Toda esta información se puede encontrar en la Wilquipedia,
hay quienes se entretienen buscando información en la Wilquipedia,
y, os puedo asegurar que aprenden mucho.
- Autor: Mercedes Bou Ibáñez ( Offline)
- Publicado: 1 de julio de 2024 a las 05:39
- Comentario del autor sobre el poema: Es de sabios ante el desconocimiento de los paraísos prometidos el goce de los paraísos conocidos. Como dice un viejo un refrán: "Después de muerto el burro, da igual que le pongan la cebada en la cabeza, como en el rabo". Las congregaciones cristianas (no católicas) lo que no dicen a sus seguidores es que quienes las crearon, intentaron medrar en beneficio propio dentro del catolicismo y al no poder hacerlo, pues lo de medrar en él es monopolio de La Iglesia, crearon sus propias congregaciones para vivir del diezmo de quienes caen en sus redes (en algunas de ellas bastante más del diezmo). Y mientras queden personas más simples que la maquinaria de un botijo, estas congregaciones seguirán funcionando y enriqueciendo a sus pastores. Imaginad que uno se monta una de esas congregaciones, es fácil, no se exigen títulos de ningún tipo, tan solo necesita un local, no necesariamente grande, y verborrea de charlatán, si consigue captar 100 personas, con el diezmo de esos cien, calculad vosotros lo que se puede llevar cada mes ese pastor. Aunque gaste la mitad en ayudas, seguirá siendo una barbaridad lo que gane mensualmente, vendiendo humo.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 40
- Usuarios favoritos de este poema: Tommy Duque, Pilar Luna, Dr. Salvador Santoyo Sánchez, albertoescribe, Mauro Enrique Lopez Z.
Comentarios1
Muy buen poema.
Gracias
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