¡Oh, amor, te brindo las tormentas de mis besos de fuego!
Arden delirantes en los rubíes salvajes de mi pasión,
mientras el mundo se convierte en un pañuelo bordado
con los colores vibrantes de mi tiara.
Llora un chigüín, llora hasta desfallecer,
en la lasitud de mis precipicios hambrientos,
donde una garúa despeina los días de vuelos,
transformándolos en malabarismos tejidos con huellas de pinol.
Lágrimas que se vuelven sacuanjoches,
explosiones bajo arcos de madroños en flor,
relámpagos que parten el hielo en el amor,
elixires sin memoria que desgarran el canto de los cenzontles.
Subidas que zarandean el retiro de las abejas,
y un coraje devorado que juega a ser pantomima,
mientras en una Managua desolada,
un corazón de helechos florece en la selva negra.
- Autor: Ivette Mendoza Fajardo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 1 de julio de 2024 a las 11:59
- Comentario del autor sobre el poema: Este poema es abstracto, como todos los poemas que escribo.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 77
- Usuarios favoritos de este poema: Carlos Eduardo, Tommy Duque, alicia perez hernandez, Mauro Enrique Lopez Z., jvnavarro, El Hombre de la Rosa, Lucía Gómez
Comentarios1
Besos de fuego en tu poema!
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