Me dijo que escuchó de Facundo las palabras sagradas:
no esperes a decir te quiero, te amo... a la madre, a un amor.
Y entendí que no me quiere, o tal vez no me lo ha dicho,
pero tal vez si no lo ha dicho, es porque nunca lo sintió.
Por qué arriesgarse al martirio del silencio?
Por qué coserle la boca al amor?
Qué certeza necesita el amado,
que no quiere creer en la sinceridad de quien tiernamente lo besó.
Ha de necesitar una caricia del alma,
pero no aquella que le doy.
Ha de necesitar una caricia del alma,
pero de su amada, tal vez...
y tal vez ella, no soy yo...
- Autor: Andromedae (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 2 de julio de 2024 a las 20:18
- Categoría: Triste
- Lecturas: 40
- Usuarios favoritos de este poema: José Valverde Yuste
Comentarios2
Mmm... algo he aprendido en esta vida..
No hay mujer que sea tonta..
Será que vemos y no queremos ver
Será que sabemos y no queremos saber..
O tal ves es que No nos conviene saber..
Un abrazo..
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.