PASEANDO CON LOS VERSOS DE LA MANO BUCÓLICA

Miguel Angel Millan Herrera

                        Paseando con los versos de la mano bucólica.

                          

                  Cuantas veces anidé el verso fácil en mi infancia

Cuanto lleno de arrogancia me vi ágil y audaz

Lucha de palabras, rimas sonantes, petulancia

He aquí los inicios de un rapaz aprendiz de poeta.

Ruego perdón y paciencia…

                       

                              MOMENTOS, MEDIOS E INSTRUMENTOS.

                  

                                                  MOMENTOS

 

Quizás algún día los relojes no marcarán las horas…

Sino los momentos, entonces…

A la una de cada día, juntos, te veré tu boca…

Comiendo.

A las dos en los postres, continuaré tus ojos…

Viendo.

Esperando que den las tres después del café y el licor

Caminaremos entrelazados, descansaremos acurrucados, adormitando.

 

Las cuatro, las cinco y las seis; pasarán gratis por el tiempo.

                       De siete a nueve obligado me iré; Envuelto en tu                    

                       recuerdo.

Desearé que den las diez para verte de nuevo

Hasta la medianoche, hablaremos

Oír tu voz y escucharte mientras te observo

No se llevan bien... frenesí, estremecimiento.

 

Por fin en la madrugada

Despiertas, te sientas a mi lado.

Me ayudas a escribir

Criticas mis ensayos.

 

Tus ojos lentos, inocentes

Se desvanecerán decreciendo letargo

Te encogeré entre mis brazos, te llevaré a tu lejos.

A la sazón, hoy, en este momento:

Borraré, excluiré, te inventaré; te crearé inerte en el tiempo.

 

 

                                   MEDIOS

Por el mar…

Sea el barco quien lo alargue, su horizonte lo logre.

El chocar de las olas me duerma. Lo inesperado, que no me arrebate.

Lo necesito: mis penas en popa aclarar. Arrojar mi candela triste por proa.

Que me cuelguen del palo mayor ahora

Solo quiero adivinar si soy héroe o cobarde.

 

Por el aire…

No proclamo vértigos ni leyendas ni aventuras

Aterrizaré forzoso, despegaré de locura

Ocuparé lugares de consuelo

La alquimia mi razón, mi duelo.

 

¿En el cielo me sentiré grande como dicen?

¿Por ver tan diminuto lo que veo?

¿Seré gigante entre las nubes?

¿Comprenderé cuando regrese o lucharé como otras veces, para finiquitar los devaneos?

 

Tierra…

En un vagón de segunda con asientos de madera, buscaré mi calma placentera.

Entre gentes algarroberas con olor a queso propio

Donde el vino inicia chácharas y sonríes con sus caras.

 

Aquí me quedo sin pensarlo

Ayudando en lo que pueda

Aquí soy uno de ellos

Al ser firme lo que deseo

Quizás a ella la encuentre

Quizás, ella aparezca.

 

Al tran tran de  los sueños

Al tran tran de los paisajes

Al tran tran entre los pueblos

Al tran tran de la tierra triste.

 

INSTRUMENTOS

 Qué difícil es medir el tiempo en tu ausencia

 Qué parámetro utilizar para variar tus sentimientos.

                         Como  vincular para poder llegar siempre a tiempo.

                         Qué utilizar para sacar de mí todo lo que llevo dentro

                        De qué manera puedo  saber de ti, y hasta donde llegas.

                        Como comprobarías tú que es cierto lo que te cuento.

 

Solo una palabra basta para entorpecer

Solo un mal gesto inútil para romper.

Lucha encarnizada llena de querella

Justo un solo impulso; la tozudez

Dejar al abandono; la embriaguez

Y, de ser amantes…a canallas.

 

Qué razones hay para los consejos

Porque es mejor lo que dicen ellos.

El valor de la palabra es vano por naturaleza

Y, el tono, según qué hora

Quien me dice a mí que no es destreza

Tu intento de entrar en mi cabeza.

 

¿Qué instrumento mide la verdad?

¿Qué energía desarrolla?

¿Qué diferencia debo aplicar?

¿Qué errores la provoca?

 

Insumisos de lo cotidiano

Desertores de la calma

Dejadme solo en la batalla

Defendiendo mi colina

Que mi fusil es el desprecio

Y mis balas, el pasar del tiempo

Que el aprecio que se gana

Son medallas de conciencia.

        FIN

 

El tiempo fue transcurriendo lentamente en el pasado y veloz desde los ojos con que los recuerdo ahora; en el presente. La infancia dio paso a una  juventud mequetrefe, corta, dislocada y la desgracia me hizo llorón y fuerte.

¡Eh! aquí pues, un golpe de la vida, un tajo cruel; un punto irreversible.

                   ––MI CHINGÜRRI MIGUELÍN––

 

Mi chingürri  Miguelín

Balbucea en su cuarto

Mi chingürri Miguelín

Corretea por el patio.

 

Mi chingürri Miguelín me cabrea

Le da por romper mis cacharros.

 

Mi chingürri Miguelín

Es el más bonito del mundo

Tienes los ojitos cerrados

Las pestañas grandes, “elipsadas”

Los pies juntitos y su corazón al viento

El vil reloj lo ha parado, boba su hada.

 

¡Mira que han sido tontos!

Ni su madre ni él, han querido conocerse

Menos mal que nadie manda en los  sueños

Al final, jugando, terminarán soñándose.

 

A mi chingürri Miguelín

Le hemos puesto barandilla en la escalera

Para que cuando pueda, y yo no le vea

Se deslice por ella.

 

Entre los verdes de madre

Y los grises de su abuela

Los ojos de mi Miguel

Aurora de primavera.

 

¡Jo! Mamá, no quiero comer más

¡Jo! Papá, vamos a jugar.

 

Mi chingürri Miguelín

Tiene la nariz chata, como su madre

La cara china” bombi” como su padre

Despliega un cuerpo hermoso

Tres ochocientos, como su madre

No para quieto, trasto, bicho; como su padre.

 

¡Qué suerte tengo mamá!

Cuando quiera, cerraré los ojos… y le veré

Cuando me sienta con la mirada perdida

Le daré dos azotes por no comer

Le cantaré canciones, estribillos alegres

“Pa” que se duerma

Le rodearé de besos por todo su cuerpo

“Pa” que se despierte también.

 

¡Abuela! llévame contigo

¡Abuelo! Sujeta al niño

Hijo, no puede ser, ya es tarde

Estarás cansado de tanto ajetreo

Déjate adormecer.

 

¡Gracias! Por poder llorar cuando quiera

¡Gracias! Por sentir la humedad de mis lágrimas

¡Gracias! Por darme rabia, por darme más y no lo sepa.

 

“Pa” San Miguel nació, y mi chingürri, no esperó.

                     

                            FIN

 

 

Una etapa repleta de altibajos como la sociedad contemporánea me volvió civilizado y me olvidé de escribir. La tomé como una enseñanza y por dentro de mi cabeza la esperanza de llegar algún día en que todo se hiciera realidad. Leí los clásicos y los top ten durante más de cinco años, me empapé fijándome en todos los modos diferentes que tienen los escritores en plasmar sus historias, sus versos; sus mensajes. Encontraba libros adictivos que me imposibilitaban el dejar de leerlos, llevándome a formar parte de su argumento y buscar el hueco para retomar la lectura.

    Ahora, que soy una víctima más de la crisis, y formo parte de esa gran empresa que es el INEM. Disfruto como un enano y he creado gracias también a mis amigos del facebook: La hora Romántica, “Poesía en la media tarde” donde cada tarde escribo unos versos que me llenen y haga feliz a la gente que los lea acompañado de distintas melodías musicales que mi corazón ,y mi cabeza, siente.

 

 

      Semánticos sueños nació de una evocación continuada a la belleza de la palabra y al estado emocional con que lo escribí. Mayo transcurría fuera de su estadística climatológica y a través de mi ventana, veía irreal, que el sol era luminoso y el cielo azul. Cuando terminaba, la ropa tendida, seguía mojada.

 

                                         SEMÁNTICOS SUEÑOS

 

  Que las palabras se hagan amigas y junten frases deliciosas

  Que el olmo ame al meandro masculino y el lirio a la rosa

 Abeja trepidante, comercia con el aroma de mil campos de flores

 No calmarás la miseria existente, no arreglarás los viles temores

 Invadirás reina, salvadora, con multitud de tu miscelánea de olores

Vuela, vuela, aletea; Anida, procrea, de ti dependemos; la vida creas.

 

Semánticas palabras, acentos definidos, correcto pronunciar

Sírvase invitarme humilde a su escritura, a su lectura

Del tiempo lo deseo, no más que comprender al ser

Dios, cuanto tengo dentro, cuanto dispongo, me acucia ser poeta

Haz valer mi prosa, inyecta amor, paz; rechaza el temer

Corre, corre, salta; clava tu espada, marca punzante  la verdad.

 

No quiero más que cantar al amor ¿será que estoy enamorado?

De que me sirven proclamas de lucha

Puto dinero, puta hipocresía

Prefiero soñar que navego, que me quieren, que aun; soy amado

No nos damos cuenta lo corta de la vida

Al final, solemne burda elegía.

FIN

 

 

 

 Te amo y te odio.

 Es la continua lucha de amar y lo que esperas, no es correspondido, no te pertenece, pero tu egocentrismo te hace expresar contradicciones porque tu amor hacia ella no tiene límites.

 

         TE AMO Y TE ODIO

 

Eres un sentimiento inalcanzable

Un polvo encantador

 Un olor a sexo que invade los sueños

 Una filosofía con cerrojo

 Un placer amarte inerte

 Una tontería seguirte

 Una vitamina literaria

 Un odio egoísta

 Una flor de invernadero

 Eres tú, el sol en el ocaso.

Y, me dejo llevar…apesadumbrado

 Caminando cabizbajo y  despacio.

                   FIN

 

 

Mayo continuaba extraño, la actualidad social tampoco invitaba a tirar cohetes. Mis “facebolines” subían frases de amor y amistad. Daba la sensación que todo el mundo necesitaba un poema que les hiciera creer que estamos aquí por un motivo, que vivir en este mundo tiene un porqué. Y, nació amor atmosférico.

 

 

 

                                     Amor atmosférico

 

Necesito abrir cada mañana la ventana

Que el sol me nutra  radiantes sus rayos

Los necesito, insisto, hábito testarudo

Contigo y el cielo, la aventura me llama

 

Si llueve y hace frío, me cubro, me tapo, me río.

Si las nubes están por romper, admiro su poder.

Si empieza a chispear, me encanta sus gotas sentir.

Si el viento azota impetuoso, contraviento resisto.

Ante el rayo y el trueno, mi audacia veo crecer

Venga lo que venga con los ojos abiertos; vivir.

 

Dame tu boca amada mía, quiero enloquecer

Lléname de tu olor perenne; abrázame

No tengas miedo de la noche tormentosa

Arropaditos con la tamba, singular; ámame

El puzle no encuentra su medido troquel

Se siente incompleto, busca el perdón, su porqué.

                                 FIN

 

 

Recuerdo que sonaba “vente a la feria” de Giuseppe Verdi cantada por los tres tenores y, me invadió la suerte de estar vivo, y ver a mi madre detrás de la ventana mirándome, sin darse cuenta que lo que hace, para ella, es normal…

 

 

 

               GRACIAS MAMÁ

 

Que encierra la versatilidad de tus ojos:

El horizonte limitado, llenar tus retinas

El miedo a desperezar la belleza íntima

Decir al mundo rebosando sentimientos

Que tú lo has visto, que el cielo es azul

Que el agua es manantial nacido inculto

Que la naturaleza sin vileza nos la regala

Corre loco de pasión y grita ¡mama gracias!

Que mis ojos llenaran alhóndigas de gozo

Y me responderán con un brote de luz

Que la vida es maravillosa, como tú.

 

 Tan viciosos son tus ojos, que no se quieren perder nada

 Son farolas de luz tenue de puerto de mar, bruma salada

 Alumbran mi caminar cuando ciego camino cojo, dédalo

 Me llevan solo sin protestar, borracho de lluvia a mi casa

 Y que suerte tengo mamá, tu sopa calda, tu beso me espera

 Mamá, mamá… ha sido un cuento realmente extraordinario.

                                           FIN

 

 

A veces la relación que existe en las redes sociales llega más que las amistades de toda la vida. Cuando una amiga virtual se sincera y te cuenta que una persona de su círculo está pasándolo mal y que su vida corre peligro. Sus palabras escritas se transforman en voz sonora y elocuente y sientes que sus errores ortográficos, son sentimientos de amor y amistad. Tratas de hacerla cambiar mediante un poema inequívocamente personalizado hacia su amiga del alma. Que al final. Nos dejó. Para ti fue María.

 

 

 

 

                 NUNCA TE IRÁS

 

Llena de miel tu boca y chiribitas en tus ojos

Cubres de blanco tu sonrisa conspicua.

Si te vas, te quedas

Cuando termina el sol la luna llega

Te admiro  en la incertidumbre

Tú huella, tu amistad

La lluvia, la tempestad

Las flores, el agua, el enjambre

                      Una estrella más lucirá en el cielo

                     Un hueco de ti, un poco de ti, siempre...

 

 

                                     FIN

 

 

Estando una tarde en Córdoba sentado en una terraza bebiéndome una cerveza fresquita durante el mes de julio acompañado por un cordobés humilde como el que escribe suscribí sus palabras como mías. Acepté con toda confirmación que la mujer más bella de España, es la mujer cordobesa. Me hizo gracia la formula o ejemplo que me puso: ––Escucha picha––me dijo el auténtico. ––vamos a contar diez mujeres que pasen por delante de nosotros y usted me dirá si es guapa o fea. Al final, veremos cómo salen las cuentas. ––no tuve más remedio que reírme y darle la razón. La cordobesa guarda en su naturaleza la belleza de los Omeyas y la escultura occidental de los múltiples invasores que han permanecido en esta España nuestra durante siglos. Quizás Romero de torres, fue el que mejor plasmó mi ocurrencia.

Nota: en tierras de Montoro, Montilla y demás pueblos adyacentes, las dunas morunas cambian de posición cada noche y la luna del verano te traslada marginal, a las mil y una noches.

 

 

  LAS DUNAS ETÉREAS

Esa es la gracia de una cordobesa

Con la piel del color de la noche azul

Invaden  prohibida su sangre,

Columpio de caderas, calumnia de luz

Pido perdón a las dunas que su cuerpo mece

Espero la trashumancia a la noche siguiente

Con los ojos del color de los atardeceres

Mirando a la luna moruna, a las estrellas

Mis dunas ¿Cuándo aparecen?

                                FIN

   Muchas veces el hombre como “macho” cree que da más que la mujer que ama y su lucha no se ve reflejada en su deseo. Reúne fuerzas sabiendo que se humilla y comprueba la indolencia de su amada. Se auto estima sabiendo que  la mujer es una especie a guardar en el compartimento superior.

Nota: Si, seguro, a veces también es al revés.          

 

 

                      AMOR SIN ECO

Me fluyen las palabras directas a ti, Inconmensurables.

Rechazas a tu corazón saber quién llama a tu puerta

Me hieren tus respuestas claras a mí, concisas, indudables 

No puedo luchar contra molinos ni con la dualidad del alma. 

Me agoto en tu paciencia, me gustaría ser como tu

Inequívocamente inexpugnable en tu flexibilidad sentimental

No cabe duda, estáis hechas  con estigmas de hielo, con raíces de fuego

Aunque el mundo desapareciera, siempre quedaría una mujer; una luz.

                                                     FIN

 

Que culpa ser amante, que duelo debo pasar para poder decir sinceramente que amo a la mujer. Espósame, y la llave que se la guarde ella. Mi embrujo nocturno hará que me libere. La imagino cubierta de franela su cabeza y sus ojos llorosos me amen a través de las rejas. Tú sabrás amada mía lo real y la realeza social que en mi celda dejas.

 

                   CUERPO DE GUITARRA

Cuanta codicia guitarra, te describo entera

Mis tres acordes: te quiero, te amo, te deseo

Armónica figura femenina, notas de placer

Ligero de prejuicios, suavemente aventura

Creación idílica: Caja, diapasón, clavijero

Mido de envidia: tu secreto, tus senos, tu ser

 

Guitarra, tu puente, es mi puente por el que cruzaré

Tus cuerdas mis amarres afines por donde treparé

El mástil, tu cuello, precipicio de tu olor conspicuo

La cejilla me destina a tu boca, remisamente ruedo

 

Que es imposible no saberte acariciar, que me quedo un rato en la

Comisura de tus labios.

Que incomodo a la vergüenza y me tiro al pozo, que me digan lo que quieran.

Te espero infame  preso.

 

Al traste vivo, subo y bajo, la pasión decide

Las caderas, tu cintura, mi corva; tu figura

Mis manos, mis dedos, tu humedad; mi fiebre

Que Dios reparta suerte,  este mundo quiero

 

 

Desnudos con los cinco sentidos nos otorgamos

Al frenesí de la delicia, a la atea concupiscencia

Al infinito obsequio de  la  naturaleza hecha

Ámame despacio, siénteme, insúltame de gozo.

                              FIN

 

 

Como me dijo una amiga, parece una secuencia de la obra del perro del hortelano. Pero no es cierto. Nuestra lengua lisonja a dado más vueltas por el mundo que la anglosajona y, como siempre, la medalla “pa” el de fuera. No sé si Shakespeare se tomaría una pinta conmigo, pero yo, seguro que sí.

 

                             FARSA ORQUÍDEA                                                                              

 

               Cálmese Monsieur, yo también la quiero

Vestida con jubón de borra suave, por recoletos arriba,  me liga

Yo, vestido con casaca, chupa y calzón; la miro, me intriga

Revolotea a tres pasos de su yaya con volantes de encaje

–– ¿Que hace aquí una dama incólume, de blanco, de verde, de rosa?

Me quieto, me giro: –– ¿Le gusta a vuestra merced las orquídeas?

¿U orquídea sois? ––

               Cálmese Monsieur, yo también la espero

–– ¿Orquídea decís? ¿Es acaso blasfemo lo que osáis decir?

––Del color de su basquiña y hasta de azabache empero en mi trajín.

–– ¡Vamos niña! nos aguardan en el merendero del retiro de atocha.

–– ¡Espera nona! Que aun el sol vitamina mi tez.

––De más allá de los confines del mundo, las traían, pero raudas se morían. Son flores bellas mi señora, estilistas, exquisitas, como usted.

––Quizás de sed, quizás la tierra, ¿qué me quiere decir vuestra merced?

               Cálmese Monsieur, yo también desespero

––Que soy caballero del barrio de mala saña, que no quisiera que la plantaran en tierra extraña.

––Sois vos un insolente mozalbete de jubón pálido, dejad de atosigar a mi párvula, y retiraros por Dios.

––Los jueves subo al retiro, paseo en chalana, traiga usted semilla, le espero.

            Cálmese Monsieur, yo también carcelero

––Lo siento Monsieur, pero yo soy el jardinero.

                                                          FIN

 

 

Combatir el costumbrismo me agota, no pienso convenceros de nada. Llega un momento en la vida que o eres un idiota o te gusta ser idiota y hoy he quedado en una cena para idiotas. Comeremos frases rebozadas de tópicos, y pinchos de razonamientos pirotécnicos. De que me sirven el ruido y los colores. La parafernalia para ti. Yo me espero y luego te cuento.

 

                        YA SÉ LEER (gracias)

 

Clávame el cuchillo en mi corazón indemne

He nacido para dar felicidad, no soy de nadie

Soy riada libre, brinco presas, despierto al duende

Soy más de Bakunin evolucionado, no del Marx triste

A Darwin le he dejado abandonado en la basura

Prefiero la química, las mates, la realidad lógica

Me acerco Hopkins. En una gota de agua, ¡hay vida!

Dejaros de rollos, de religión, de pollas en vinagre

Cuando te mueras, te dan por culo, y otro en ciernes

Estoy hasta los cojones de fariseos y liendres de cobardes.

 

Quítate la sotana so mamón, que ya te vale

A quien quieres engañar baluarte inquisitivo

Donde te crees que estás, en el A.C. de Cristo

Porque el D.C.de Cristo, cultivo de dos nabos

Mi Dios es mi conciencia, mi conciencia soy yo

De que me vale tu predicación, si por las noches leo

¿Quién eres tú para perdonar? ¡Un gilipollas nada más!

Un sinvergüenza que se masturba más que los monos de Gamboa

Una erradicación que está llamando a la puerta, ¡vete! ¡Cara dura!

Esto es el siglo veintiuno y no necesitamos tornillos de apriete con llaves en forma de crucifijos

Sino gente del pueblo, gente llana que ame a sus hijos, y a sus ríos

Y que desnudo y libre me encuentre, sin frenos ni cortapisas; con brío.

          Nota: Cual fascismo es tu poder, que perdonas a los hombres… ¡Jope!

Qué “macho”.

                                                            FIN

 

 

No sé porque me vino este empiece, parecía el inicio de la poesía de Rafael Alberti: –– “Cabalga caballo cuatralbo que la tierra es mía, a galopar, a galopar, hasta enterrarnos en el mar” –– pero no. Es a la mujer, a la yegua, a su idiosincrasia y yo me vuelvo furia, caballo azabache, un enamorado irracional de cuatro patas que le invade conocer otros gemidos, otros jadeos; otros sentimientos. Otros…cuerpos.

 

 

                         ANÓNIMA INCERTIDUMBRE

 

Cabalga  caballo salvaje a brío en la incertidumbre de mi deseo

No te pares a pensar que camino elegir, solo brega desbocado

Su instinto libre le obliga a huir; teme extraño la soga al cuello

Salta barreras, brinca cerros, bebe en el arroyo; cruza praderas

No siente ser ejemplo de la manada, odia hacer daño, esparce alas

No quiere patrones; no es esclavo; no desea bridas, ni cadenas

 

Solo conocerte yegua y amarte en la fresca y tierna hierba

Que me sigas por mil caminos, mil alamedas, una guarida

Enseñarte bellezas naturales, paraísos terrenales; la vida

No deseo competir; huir de la rutina, es mi vida, es mi queja

 

Corre conmigo bobalicona, alza tu cola al viento

Déjate llevar por los poros de tu piel que emanas

El  juego de la duda trae consigo ocupar  tu sueño

Espero feliz arriba, en el cerro, ver tus ojos que miran.

                                      FIN

 

Llega un momento que de tanto ver la injusticia de género, te hace ser protagonista y ponerte en la piel de ella asumiendo el valor de decir a tu pareja, que esto, se ha terminado. Que has intentado por todos los medios por haber, que no sucediera, pero ya llega un punto en que la mujer, se tiene que hacer valer.

  

                      ELLAS, ESAS CHICAS

              (A través de un insolente) o viceversa

 

Déjame ser yo misma, te lo ruego, mi corazón está sintiendo

No puedes obligarme a ser crucero de divertimento ocioso

Hospedaje efímero, cartas sin dirección definida; sin buzón

Te di mi vida, correspondí en todo por salvaguardar el amor

Cuantas veces me mordí la lengua, comiéndome mi orgullo

En pijama, y medio desnuda, me levanté y no noté en ti pudor

Tú, fuiste el que fue sumando desamor tras desamor, alejando

No me pidas ahora otra oportunidad, te la di, ya; no te quiero

Y, cuando eso sucede, es porque el escalón doble; lo he saltado.

 

Ahora me limito a vivir, a esperar en la cola del supermercado

Que lleguen las ocho para empezar y las cuatro… ahora son mías

Si llueve, al rato escampa. Todas las mañanas divido la ventana

Encontrar unos ojos insolentes, porque no. Si siento, si guardo tanto

No soy protagonista en tu juicio de valores, ya no haces que me ría

He decidido comprarte una cabra como regalo de despedida; no te aburras mi amor, pipi caballito decimos en Aragón. Suerte y tira.

                       A veces solo es un qué…

                                              FIN

 

Sé que el viaje ha sido corto si la lectura te agrada. Puede que estúpido si mis pensamientos te perturban. Soltar amarras en los cinco océanos hipócrita y no lo pretendo. Conocer o mejor dicho intentar conocer a la mujer, eso, si es un intento… fugaz.

 

                     VERSOS POR DOQUIER.

                      

Me pediste trescientos versos y te doy mil

Me haces gracia poeta, cual fácil lo ves

Una palabra, una frase sentida, multiplícala por diez

Sí, soy libertario y no guardo normas establecidas

Vosotros me habéis enseñado a leer, a escribir y se acabó. Lo demás es de mi incumbencia, me pertenece a mí.

No guardaré reglas, haré pellas sobre ellas, habrá gente que mi mensaje le invada revolución, anarquía, y, ¿por qué no? acaso esta vida está regida por la exactitud.  Es ejemplo diario lo que percibo o solo corrupción, y cuando la queja a la calle llega, frunces el morro y, ¿te sientes mejor? Pero no te engañes, el agua es clara y si se mancha o se contamina, no es por el pueblo, es por tu ambición. Y por favor no digas que amas a tu país que ya sabemos sentir y pensar; se acabaron los tiempos de la esclavitud.

PAZ, AMOR Y LIBERTAD.

 

 

                                                FIN

 

Sentirse prófugo y luchar contra lo establecido resulta incómodo, la conciencia no te deja en paz, cabalgas con ella en un coloquio molesto. Sabes que el peligro está a la vuelta de la esquina, pero tu alma pirata desea abordar y arrebatar a la monotonía otro mapa del tesoro. Disfrutar buscando la isla del placer sin  tener el ojo tuerto y mirar sin ser mirado.

 

                           DOS GORRIONES PERDIDOS

 

 

Dos gorriones enmascarados andan sueltos por el cielo

Se dejan perder entre sauces de relleno vocingleros

Aletean despacio, miden sus movimientos; se miran

Entran en la profundidad del bosque lleno de sombras

Esa mañana nublada grisea a la enemiga incertidumbre

A veces montaña, a veces valle, ser agua; otras lumbre

Se invitan a bajar a beber sobre el cristal del arrollo  sombrío

Como un blues de penas azuladas acometen su pasado

El gorrión la hace sonreír con su pico, ella cautelosa

Se pregunta qué hace allí, fuera de lugar, de su casa

Una burbuja transparente les aísla cristalina, incólume

Les trajina vírgenes de miedos, de usuales costumbres.

 

 

Esa fina pátina de miel morbosa acude retardada

Cual gorrión llanero sin antifaz: atrevido y osado cabalga raudo por las defensas artificiales, fantasmas

Se lanza a sus labios: morir o vivir, no soy moribundo quizás truhan, quizás caballero alado.

La suerte les acompaña, el destino áureo  les ampara

El grano mínimo hace llegar la mesura cotidiana

El gorrión enmascarado se pregunta ¿la habré calado?

 

Llega la respuesta de un beso titubeante

La suavidad de dos bocas si supuestos

La duda, el sabor, el olor; lo intransigente

Dejar correr la codicia, ser siempre caballero

Abrir lentamente el crespo, el destino sonajero

La espera, el deseo. Dos gorriones que se pierden…

Dos mundos enteros.

 

 

                                     FIN

 

 

 

Qué suerte tiene el ser humano de poder sentir y hacer sentir a su pareja. De poder notar entre sus cinco órganos como el amor y el placer se unen en un solo fin. Darle vosotros el significado a ese fin.

Yo, sabré darle el mío…

                    

                   INSOLENTE AMOR

 

Recibirme con tu mirada, tus ojitos de Betty Boop; tu abanico de pestañas.

Un insolente poeta, que entra, que se sienta; que nada parece que extraña.

Un attrezzo les envuelve en un ambiente de calidez sensible, café, licor y lisonja.

El sol pide tímidamente colarse por las rendijas y añadir su ínfima esencia.

 

Todo ruega al placer, al amor, a la inocencia

Vacilantes al borde del abismo, a la  entrega

Despedazar el hielo de la limitada obediencia

Ser cauto en las formas, corresponder a la rosa.

 

Mi boca en tu cuello, mi lengua minera, dedos libertinos

Tu dejadez sumisa, tus primeros gemidos, tácitos jadeos

Tu boca en mi boca, la primera quietud, apacible camino

Siento el calor de tu pecho, el deseo del contacto de tu piel

La desnudez corrupta, parsimonia del miedo a que se acabe

Abrir la puerta sin llamar, sórdida a la locura desmedida

Tu mano en mi mano, los dedos entre lazados, mirándonos

Buscando sin querer unir dos cuerpos en el tumulto del goce.

 

Completa, y desnuda te entregas virgen para mi encuentro

Tus delicadas formas, tus pechos, tu cintura; tu secreto

Mi boca insaciable no sabe parar, es delincuente convicto

Solo busca hacerte estremecer, aréola rosada, pezón erecto

Las yemas de mis dedos acarician tus mil erógenos pétalos

Amarte como un adolescente, embriagado por tu adicta piel

Pido al mundo que no gire y al tiempo que sea mi esclavo

Quiero que me sientas dentro, que el amor, sea solo nuestro.

 

                                          FIN

 

Tan fácil como llega, se va. Solo el que se queda con el corazón triste, tiene la potestad de perdonar o de pasar del amor al odio.

 

 

 

         AMOR AMARGO AMOR

 

Realmente, yo no logro comprenderte

Aunque cuando hablas, yo te escucho

Y procuro hacerte caso, pero por mi garganta lentamente, hierve el duende del amor,

Vestido de payaso.

 

Puedes venir a verme cuando quieras

Y contarme por donde vuelas, pero si vienes

Hacer el amor… que sea en primavera

 Que yo, cortaré una flor.

 

                               FIN

 

Recuerdos gratos me atrapan cuando espero placentero la llegada de mi tren sentado como Penélope en la estación. Me encanta la palabra ferrocarril y evocar épocas anteriores y trasladarme al siglo XIX y ver en mi cabeza una pequeña sátira ferroviaria, para plasmar después en una cuartilla de arroz, un instante de ella. No se vivir sin tener en cuenta el pasado.

 

YA NO SUENA LA SIRENA DE VAPOR

 

                         Ya no suena la sirena de vapor.

Ya no hay humo en los andenes.

Que recuerdos me trae la estación.

En los libros, en los films

En los viajes, en los trenes.

 

Qué bien huele la madera del vagón de primera.

Se acomoda el mostacho el señor interventor.

Va la señora y dice: que el tran-tran la marea.

Y aun queda el cuarto” pa” el nocturno de Gijón.

 

Ya no se oye el silbato del jefe de estación.

Ni el taconeo de aguja de dos caderas con prisa.

Ni si quiera el manoseo de un imberbe militar.

Ni un rudo campesino, ni de un niño su risa.

Ya no toca la campana el jefe de estación

 

De me una agua de Lozoya, camarera.

Y échele unas gotas de chinchón.

El agua del canal; de Isabel. La jarra, talaverana; mediana.

Pues hasta la media, no sale mi tren.

 

 

Sacan las mozas el canasto de mimbre lleno de manjares.

Correteando, cantando cuplés y coplas por los andenes.

La pequeña y coqueta estación se llena de luz y folclore

Los viajeros asomados las increpan con piropos sublimes

Aletean faldas, balacean caderas; ¡nena, “pa “ti! lo que quieras.

 

 

 

 

Se va la locomotora ambigua, cargada de Cachivaches,

 Se aletean canottieris de paja.

Lloran las madres, ¿lagrimean las damas sus reproches?

 

 

 Se deslizan como las bielas hacen girar las ruedas.

El ferroviario camina con su cuadrilla “chafardera”

En el fardillo lleva matanza de Soria y Zamora.

Se asoman los maquinistas tiznados de las locomotoras.  

                   Echan las piedras, clavan listones,

                  Empalman las vías.

                  Queman carbón, sudan la gota

                  Berrea al fin… el día.

 

                   Evocar al tren blanco, jacetana de Canfranc.

Ferroviaria intención victoriana. Volframio.

Las interminables noches. La caldera en ciernes.

Sus heladas tierras. ¿Las minas, por que no hablan?

Que no habrán escondido tus enebros nevados.

Sus sellados labios, agrietadas manos, arrugada frente.

Que no contarían su memoria los rincones cándidos,

Helados páramos, olvidados valles.

 

En sus vagones de antaño un lapso te apresa, paisajes de mayo.

Desde Atocha a Aranjuez un rato es mío y viceversa.

Qué bien me lleva el tren de la fresa por la ribera del tajo.

 

 

Ya no suena la sirena de vapor.

Y mi alma se detiene.

Seguiré esperando en la estación.

La llegada del tren que viene.

                  FIN

 

 

 

 

 

Parándome a pensar, sin ninguna influencia química o mejor dicho: alambica,  alcohólica, debo de decir y digo, ¡Qué os amo! Y el que venga detrás, que arree.

 

                          PONLO TÚ

 

Vuelvo a recordar la palabra soledad y me pregunto:

¿Soy rosa en mitad del asfalto?

¿Soy renacuajo en mitad del charco?

¿No me implora la ganancia de la amistad?

Claro que no, está tan lejos, ni la recuerdo

¿Entonces, que pides? Tu boca, tu sed, a ti.

Si dormido te deseo, en vida te quiero para mí

Te perseguiré por los andamios de la tempestad

Corregiré por fin mis andanadas de bostezos.

Y volveré a intentar soñar, que te quiero, que  te abrazo.

 

 

Vuelvo a sentir la palabra amor entre las azoteas del cielo de Madrid.

El agua tibia me salpica la cara, varía mil veces mi estado febril.

Como me gusta compararte mujer con la naturaleza

Si tú  perteneces a ella, sin ti, que gracia crece; que prevalece.

El placer, la belleza, la pura excitación; no la inventado yo.

Tú, bruja maligna me has cautivado con tus redes de la pasión.

Puedo hablar de magia, de pura admiración, y de donde viene.

 Tú, me has salpicado por enésima vez la voluptuosidad que me acompleja.

Y que me den por culo, anodina frase, pero llena de amor.

 

Te podría comparar mujer, con los rayos solares y el poder de la noche; y, ¡que!

Con el calor que tú solo sientes cuando  tu hijo con un beso en tu mejilla, te colma.

Quien puede compararse con mi luz, con mis frases; ¡Va! Deja de admirarme, se parte.

El alambique se me ha desbordado y la vanidad se ha mezclado con el alcohol.

No soy yo, es el mundo a mis pies que me hace creérmelo, estúpido de mi, inocente.

                                     FIN

 

 

 

 

 

Es un verdadero placer hablar de ti, subyugante, Diosa.

     Perdonar que me ría, me hace gracia y no lo puedo remediar. Creo que este comentario que voy a escribir a continuación, no se le debe de tildar de machista, pero sé que lo haréis:

    Muchas veces cuando entre hombres y mujeres se enfrascan en una discusión por saber y decir qué pintamos en esta vida y a que hemos venido a este mundo, surge el lado de género.

     Ellas, siempre dicen que se sienten inferiores, que el mundo es gobernado por los hombres y deben de acatar por cojones la ley impuesta. Los estados de sumisión, obediencia, solo pertenecen a ellas.

     Permitirme divagar al respecto y que comprendáis de una vez por todas, que este mundo gira alrededor de vosotras y nada más, por vosotras hacemos el ridículo; llegando a pensar en modo de autogestión y salvación, que por amor, el ridículo y la vergüenza, no existe.

     Dime para que  quiera vivir si no siento, de que me vale vivir si el placer pasa a mi lado sin conocerlo. De que me sirve levantarme todas las mañanas si no te tengo a ti.

Nota: Por supuesto la homosexualidad, también tiene su rinconcito…

 

                  SOL FEMENINO

 

Me encomiendas que te figure y tu mejor expresión la ignoro

Columnas curvadas, imagen copiada, culmen de la belleza

El contraste de tu piel a través de los pantones de cristal

 Sucumbir a tu propaganda, a tu mejor pose, a tu adoro

 

Luces niña, cualquier prenda vaga

Ínfima de parra, sobria galana

Desfila música, escenario mudo

Sencillamente agua fresca emanas

Bocas abiertas, expresiones abiertas

Corro, paro, corro; me coloco y salgo.

 

Como no piropearte extremo singular

Abismo de precipicios tormentosos

Como no morir por ti, si me lo pides

A espada damasquina, estaca vampírica

Mataré hidras, dragones feroces de fuego

Conquistaré reinos de flores, castillos de reyes.

 

Y las perdices festejarán al principio, no esperarán

El erase una vez, irá con ternura y locura, al final

Y entre medias, te amaré sobre un lecho de párvulas poesías

Musitando versos trovadores de incultos tonos de amor

                              Sin riquezas.

                                     FIN

 

 

 

 

    

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

                

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

            

 

 

 

 

 

 

 

 

 

                                           

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

            

      

 

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