La comba suicida

Tomás Osorio del Río

Niña en el tropiezo

te cruzaste con la comba

caíste en el enredo

encerrada en su mazmorra

 

Apretada en tu cuello

te mantiene en su ahorcado,

se presenta como un juego

para aquellos que han amado.

 

Es la comba la asesina

causa que has de esquivar.

Ella es la cuerda suicida

enredo que has de soltar

 

Ella busca en el abrazo

acabar con tu dolor.

Ella engaña en su color

A ese llorar del corazón.

 

y la miras con deseo

como libre mira el reo

y la miras con descaro

hasta implorar el desmayo.

 

Ella puede ser maligna.

Ella clama una salida

entre susurros.

 

Ella es la opción indigna

para aquel que mal conviva

entre sus muros.

 

Y la comba permanece

donde ya no queda el nombre

de esa niña que se esconde

entre las gentes

 

Y la comba permanece

como una lanza de cobre

que apuñala a los hombres

si estos mienten.

 

Se transforma…

en mil formas que ella toma

Se transforma, se transforma.

 

Se transforma…

en un rojo que carcoma

Se transforma, se transforma.

 

Se transforma en puente roto

de candados que no quieren

separarse del barrote

que los ata.

 

Se transforma en otro cinto

que colgado estar prefiere

a seguir con los azotes

su visita. (indistinta)

 

Y la comba permanece

donde ya no queda el nombre

de esa niña que se esconde

entre sus muertes

 

Y la comba las requiere

por ser cuchillo del pobre

que el afán por ser mediocre

no lamente.

 

Se transforma…

en vil veneno de una cobra,

se transforma, se transforma

 

Se transforma …

en la piel de la ponzoña

Se transforma, se transforma.

 

Se transforma en agua tibia

Se transforma en tiroteo

en otro coche sin bugías

en la música del credo

 

Se transforma, se transforma…

 

Mil formas adquiere la comba

a través del temor.

Quizá sea vida en la sombra

de un simple perdón.

 

¡Mátate!

¡Salta ya!

Salta a la comba

como un niño más.

 

¡Mataré!

¡Saltarás!

Grita la comba

al estrangular.

 

y la miras con deseo

como libre mira el reo

y la miras con descaro

hasta implorar el desmayo.

 

Y la comba permanece

donde ya no queda el nombre

de esa niña que se esconde

tras lo inerte.

 

Y la comba se transforma

ante aquellos que la miran

de reojo si se olvidan

de sus obras.

 

Y la comba por ser comba

se transforma en un juguete

que entre niños se divierte

por ser comba.

 

Pero niñas la recogen

esperando una salida

al martirio que es la vida

para el hombre.

 

Pero niñas se suicidan

jugando con la amarilla

y sus ojos ya no brillan

por su huida.

 

Se transforma…

en mil formas que ella toma

Se transforma, se transforma.

 

Se transforma…

en comba que en su atar adquiere

otra forma en que transgrede

aquellas normas.

 

Y ella salta en una niña

que se rinde en su actuar

y que no puede llorar

entre las viñas.

 

Y se transforma…

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