Homenaje a mi abuela María Beatriz

De tu adiós, la herida aún sangra viva,
un dolor que el alma me desgarra entera.
El sol, cual faro que en la noche se apaga,
marca el inicio de una nueva era.

II

Negación cruel que mi mente nubla,
tu ausencia hiere cual daga afilada.
Me niego a creer que ya no estás aquí,
busco tu voz en el viento quebrada.

III

Ira feroz que en mi pecho se enciende,
injusta parca que tu vida ha robado.
Cuestiono al cielo, ¿por qué te fuiste?,
mi corazón por la rabia es azotado.

IV

En la penumbra de la soledad lloro,
negociando con el destino incierto.
Ruego un milagro, un último destello,
tu regreso anhelo, mi pesar es yerto.

V

La depresión me invade cual marea,
ahogo mi alma en un mar de tristeza.
Tu recuerdo, faro que mi mente guía,
en la oscuridad me ofrece una promesa.

VI

Acepto al fin la dura realidad,
tu ausencia es ley, tu partida es cierta.
El dolor perdura, mas mi amor no mengua,
en mi corazón tu llama se acuna abierta.

VII

Con el tiempo el dolor se aquietará,
más el amor que te tengo jamás se marchitará.
Siempre te recordaré, mi abuela querida,
como la estrella que mi alma ilumina.

VIII

Tu voz, cual suave murmullo del viento,
resuena aún en mi interior profundo.
Tu sonrisa, cual sol radiante y caliente,
ilumina mi ser con fulgor rotundo.

IX

En mis sueños te veo bailar entre flores,
en un cielo estrellado y sin bruma.
Me abrazas con cálido y tierno mirar,
y me susurras: "No estás solo, mi puma."

X

Despierto y la realidad me golpea,
el dolor punza con cruel desazón.
Pero tu recuerdo mi espíritu renueva,
y me da la fuerza para seguir en la emoción.

XI

Un día nos volveremos a encontrar,
en un lugar donde la luz no se apaga.
Allí cantaremos juntos a la par,
un himno de amor que jamás se acaba.

XII

Mi tita hermosa, María Beatriz,
tu esencia vibra en cada latido.
Tu legado, cual antorcha que me guía,
me impulsa a seguir mi propio camino.

XIII

En la batalla del duelo he crecido,
aprendiendo a vivir con el dolor.
Tu amor me fortalece, mi abuela adorada,
por siempre serás mi más grande valor.

Mi tita hermosa. María Beatriz

JTA.