**~Novela Corta - La Huella Evidente~**

Zoraya M. Rodríguez

Novela Corta: La Huella Evidente

Por: Srta. Zoraya M. Rodríguez Sánchez

Seudónimo: EMYZAG

Comenzada: 4 - 5 de julio de 2024…

Publicada: 5 de julio de 2024…

Terminada: 5 de julio de 2024…

Editada: 5 de julio de 2024…

Mi #22 de novelas cortas en el año 2024…

Mi #177 de novelas cortas hasta el año 2024…

7015 Palabras 10 Páginas






~ * ~Sinopsis:

~ * ~Novela Negra: Lolito comete un grave error en su corta vida y es que asesina a su mejor amigo por celos dejando la huella evidente impresa dentro de los guantes y sin sospechar que será evidenciado por la policía si ya lo persigue, es una persecución silente entre la policía y Lolito…




Sucesos:

 

  1. Lolito junto a su amigo Toto conoce a Lala una mujer del bar cercano y se enamora de ella…
  2. Lolito mata a su mejor amigo por los celos intransigentes…
  3. Lolito deja toda evidencia en guantes encima del buró y los que utilizó para el asesinato…
  4. Lolito comienza a realizar la entrevista con el coronel de la policía…
  5. Lolito decide esconder la verdad por temor a ser encerrado en una prisión…
  6. Lolito piensa que nunca será evidenciado por el asesinato y por el cometido de celos…
  7. La policía halla la evidencia con la huella evidente en los guantes de Lolito…
  8. Comienza a enfrascarse la idea de que Lolito es el culpable…
  9. Comienza la persecución policial silente hacia Lolito…
  10. Lolito expresa toda la verdad sino le queda más…



Lolito es un joven de ojos café y de piel morena. Lolito acude todas las noches a tomar un trago en el bar cercano y aledaño a su hogar. Lolito conoce a todos allí hasta que pernocta una mujer de nombre Lala, la cual, busca empleo en el bar cercano y aledaño al hogar de Lolito. Lolito pensando e imaginando de dónde habría salido ésa mujer que no conocía ni por el barrio, ni por el pueblo ni por el bar. Lolito encrudece a sus venas de alcohol y por conocer a ésa mujer que le agrada y le gustó tanto que hasta averigua el nombre de ella, el cual, es Lala. Lala, es la mujer del bar, así la titula Lolito, cuando apenas, la conoce y sin querer sospechar que el instinto de hombre la lleva por el sendero amargo del amor y del dolor si tan siquiera haber querido amar. Lolito se convierte en un transeúnte pernoctando más seguido al bar cercano por querer conocer a Lala. Lala es una mujer sin clase, sin educación, sólo, con un chicle o una goma de mascar en su boca y entre sus dientes se siente, se percibe que es una mujer de baja clase. Lolito cree que es una mujer para bailar en el bar como bailarina exótica, pero, Lala va en busca del empleo en quehaceres domésticos y Lolito la confunde desde que la ve entrar por la puerta. Lolito comienza su travesía en tratar de conocer a Lala y, aunque, Lala no es prostituta su atuendo parece ser de una prostituta y Lolito la confundió desde que la vio por primera vez. Lolito va de camino al bar para tomar un trago en presencia de la mujer llamada Lala. En esa mesa de cantina con copas de vino, meseras y tragos a la intemperie, Lolito conoce a Lala. Lala, una mujer valiente, de ojos de color azul, cabellos rubios y piel de seda, le cuenta toda su historia a Lolito, que comienza así: -¨mi vida fue como de cuentos de hadas siempre buscando al verdadero amor y nunca me he detenido ni he parado de buscar al amor, pero, mi vida fue una desdicha cuando un hombre se enamoró de mí, me dejó encinta y perdí a la criatura a punto de nacer. Yo, soy Lala, la mujer que busca realizar su vida y que, sólo, desea trabajar como cualquier otra persona. Yo, soy Lala, la que desea salir adelante y busco empleo en este bar porque me han negado el trabajo en otros lugares por ser pobre. Yo soy Lala y deseo laborar como empleada doméstica del bar más concurrido de éste barrio. Yo, soy Lala, la que desea ser feliz, aunque sea por el instinto en querer volver a reencontrar el amor. Yo, soy Lala, la que quiere encontrar al verdadero amor como en un cuento de hadas sin cambiar mi esencia, sin dilucidar mi presencia ni tan siquiera perder mi ausencia ante la vida…¨-. Lolito le secunda su vida y la apoya en todo desde que el silencio arropó a la mesa de cantina y con trago en mano a Lolito. Lolito queda a la disposición de la mujer llamada Lala y su apoyo es incondicional hasta que perdure su amistad o el amor que los une porque Lolito se enamora perdidamente de Lala. Lolito indeleblemente y perdidamente se enamora de la esencia, del carisma, de las vicisitudes y de la presencia de ésa mujer en el bar para poder ser feliz junto a ésa mujer. Lolito, junto a su amigo Toto, se reencuentran en el bar y Toto conoce a la mujer llamada Lala. La vida comienza a florecer con éstos dos hombres enamorados de Lala. Y, Lala, sin tan siquiera conocer, saber o sospechar que el destino y el camino une a Lolito, a Lala y a Toto en un sólo destino que encrudece de tiempo, de amores y de pasiones de la buena hacia un buen camino juntos y amando por siempre. Lolito comienza a deliberar la forma y la atracción física hacia el amor de Lala, a pesar, de las fachas que posee Lala, igual que una prostituta y con goma de mascar en boca cree que es la mujer ideal para Lolito. Lolito cree que el amor es para siempre y que el amor de Lala le corresponde a Lolito y será intrascendente, intrínseco y muy indeleble, pero, queda en soledad, abatido y sin amor alguno. La vida comienza a freír sentimientos, a deliberar emociones y a sentir pasiones entre Lolito y Lala, pero, Toto comienza a enamorarse de Lala y eso a Lolito no le agrada. Toto le confiesa a Lolito que ama a Lala y comienzan los celos incontrolables e intrínsecos de Lolito hacia Toto por el único amor hacia Lala. 

Lolito, en una tarde de verano, toma daga en mano con guantes de acero y lleva a Toto hacia las caballerizas en el establo de caballos y le indaga a Toto que Lala es su eterno amor y que no permitirá que ningún otro hombre se le acerque ni que la ame ni que le brinde pasión ni un amor como ninguno. La vida para Lolito es una vida llena de celos incontrolables, desafiantes, delirantes y muy imborrables desde que conoce el amor de Lala y Lala conoce el amor de Lolito. Lolito cita a Toto a las caballerizas en el establo de caballos cerca de su residencia y cerca del bar donde pernocta a tomar un trago para entablar una conversación y establecer perímetros establecidos de quién es el verdadero amor de Lala. Lolito decide colocar los guantes de acero entre sus dedos, allí, entre los caballos en un desierto de soledad porque los empleados se hallan almorzando. Lolito, con guantes de acero en sus manos, queda a la intemperie soslayando y sollozando por el amor de Lala y Lala por el amor de Lolito en aquel bar cercano. Lolito comienza a fraguar en numen inventivo cómo deshacerse de Toto, su mejor amigo cuando, posee unos celos incontrolables en contra de Toto por el amor de Lala. Toto, por ser el mejor amigo de Lolito va de rumbo hacia las caballerizas en el establo de caballos y petrifica su estado de hombre cautivo, intrépido y fortuito en busca del amor de Lala, pero, se dirige hacia las caballerizas donde se halla Lolito. Lolito desea que Toto se aleje por siempre de Lala y Toto siente un amor pasajero, pero, indeleble por el amor de Lala. Lolito comienza a percibir que no se alejará de Lala y que Lala se enamorará de él. Lolito con guantes de acero inoxidable como le llama a la fuerza y a las fortalezas se siente como en la sola soledad intransigente y con guantes en manos se siente como el hombre más enamorado para Lala. Lolito toma una estocada cerca de las caballerizas en el establo de caballos y la huella evidente entre sus huellas dactilares asesina a Toto entre las caballerizas en el establo de caballos. Toto queda adolorido, herido y muy doloroso con esa estocada en su cuerpo como la herida total entre su cuerpo y la estocada. Toto queda moribundo sin obtener ayuda efímera de ninguno de los empleados en las caballerizas en el establo de caballos donde Lolito lo asesinó. Lolito con guantes de acero inoxidable deja impregnada la huella evidente por dentro de esos guantes de acero inoxidable y sin tan siquiera sospechar ni deliberar de la manera más real quedó con la huella evidente en esos guantes de acero inoxidable. Toto moribundo y sin socorro de un auxilio que pidió a gritos quedó muerto en la escena entre la estocada y su cuerpo. Toto quedó muerto, abatido, adolorido y malherido por esa fuerte estocada que le propinó Lolito por los celos incontrolables e intrínsecos de Lolito hacia Toto por la mujer llamada Lala. Y, Toto quedó muerto cuando llega la policía a investigar la escena, no había suficiente evidencia, sino una sola estocada fuerte y espetada en el cuerpo de Toto y una sola salida que entre las caballerizas en el establo de caballos no había empleados de turno. Toto muere abatido, herido y muy intrínseco demostrando que los celos incontrolables pueden más que la escena de muerte de Toto. Lolito corre a su residencia a limpiar todo aquello que se llama la huella evidente, pero, entre los guantes de acero inoxidable se olvida o no se percata que deja la huella impresa de sus dedos dactilares como la huella evidente más indeleble. Y la estocada sin huella alguna, sin ser evidencia, Lolito se autoproclama como el asesino más diestro de toda la temporada y más en las caballerizas en el establo de caballos perpetrando con la estocada un sólo asesinato y tan fuerte en el afán de creer en el amor de Lala como único amor y con los únicos celos más incontrolables. 

Lolito va en busca de su amor, Lala, dejando cerca del buró a los guantes llenos de huella evidente, pero, sin antes saber que dejó a la huella evidente flotando cerca del buró y que en el sólo hecho perpetrado se intensifica más el cometido de haber asesinado a su mejor amigo Toto entre las caballerizas en el establo de caballos y con una fría estocada que le forzó la vida en una muerte segura. Los guantes de acero inoxidable en el buró quedan a la deriva de cualquier persona cuando Lolito los deja abandonados. Los guantes con huella evidente, Lolito los deja cerca del buró y ahí es que se supone que no estén, pero, nadie los mira ni los toca. Si Lolito comienza a decaer por la fuerza y por el pensamiento de culpabilidad cuando va el arrepiento en camisas de sudores extraño cuando Lolito recorre de punta a punta y de esquina a esquina el bar donde pernocta la mujer llamada Lala. Lolito, por el amor que tiene hacia Lala, va en busca de ésa mujer con inalterados sentimientos, pasivos pensamientos y con un corazón tan enamorado cuando queda insospechada de Lolito porque cree en su amor ciegamente. Lala es la mujer que llegó recientemente de la ciudad al barrio y al bar donde Lolito pernocta para tomar tragos de bebidas efervescentes y enérgicas. Lolito con la misma conciencia que mató a su mejor amigo Toto que lo dejó maltrecho, malherido, adolorido y con sufrimientos de moribundo cadáver, se siente capaz con la misma fuerza para poder amar y enamorar a Lala. Lala es de ésas mujeres que trabajan por realizar labores en quehaceres domésticos que se enternece con cualquier situación indeleble de las personas que pernoctan en el bar como la vida de Lolito y Lolito comprende la vida de una mujer arrastrada por el frío dolor. Lolito siente que su presencia es indispensable para pernoctar en el bar donde conoce a Lala y, por la cual, se enamora perdidamente, pero, recuerda en su más cruel pensamiento lo que ocurrió entre las caballerizas en el establo de caballos matando a su mejor amigo Toto. La vida de Lolito comenzó a enamorar a la mujer llamada Lala después de tener toda una vida llena de vicisitudes, de pericias clandestinas, por las cuales, se aferra a enamorar con pasiones, con vehemencia y con amores sin subrepticio calor cuando Lolito ama indecorosamente a Lala, la mujer que llega recientemente pernoctando al bar del barrio. Lolito sin saber que dejó un cadáver entre las caballerizas en el establo de caballos queda con la conciencia sin ser impoluta, callando la verdad y escondiendo la mentira entre sollozos de clandestinaje sufrimiento porque todo lo hizo por los celos incontrolables que sintió por el amor de Lala hacia su amigo Toto. Toto amaba también a Lala y dejó la marca de la pasión en su propio corazón dejando indeleblemente la razón en un tiempo cuando conoció el amor en un segundo de pasiones buenas al conocer a la mujer llamada Lala. Los guantes de acero inoxidables de Lolito quedan a la intemperie cerca del buró donde supuestamente no hallan a esos guantes y, en un buró. Lolito llega del bar y observa a los guantes de acero inoxidables donde la fuerza y la voluntad crecen al mismo tiempo y la fortaleza es una lanza como la estocada que le espeta a su mejor amigo Toto. Lolito calla cuando observa a esos guantes sobre el buró y se dice que…-¨el cielo es pequeño y las alas son grandes ante tanta decepción…¨-. Lolito sabe una cosa que con los guantes de acero inoxidables cometió el más vil y horrendo de los crímenes que algún día si se sabe la verdad irá a prisión y que sus alas serán pequeñas ante un cielo gigante y que no podrá amar con el amor hacia Lala, la mujer que conoce. Lolito cometió el más vil de los crímenes, matar a su mejor amigo Toto entre las caballerizas en el establo de caballos con una estocada perpetrando tal crimen por los celos incontrolables y por el amor de ésa mujer.

Amanece el día con la noticia que el mejor amigo de Lolito muere a punta de estocada entre las caballerizas en el establo de caballos aledaño al bar cercano del barrio. Lolito sin remediar o premediar palabra alguna se siente incapaz de solventar la muerte de su mejor amigo Toto y se siente mal. La policía investiga la escena y al cadáver de Toto con la estocada espetada en su pecho o en su costado queriendo sobrevivir en el acto, pero, muere ante un segundo por la fuerza perpetrada de esa estocada en el pecho de Toto, o sea, muere en el acto y sangrando de dolor deja la vida en un altercado entre la vida y la muerte. La presencia de Lolito en la escena irrumpe un frío destino, un álgido camino y una resolución al dilema de… -¨¿quién mató a Toto?¨-. Lolito comienza a sentirse mal por observar a su amigo caído sobre aquellas pajas entre las caballerizas en el establo de caballos con la estocada en el pecho y con la muerte segura entre la espada y la pared. Lolito siendo el mejor amigo de Toto, fue la última persona con quien lo observa. Lolito es entrevistado por el coronel de la policía y siendo éste el mejor amigo de Toto es evidente que pasara a entrevista por la muerte de su mejor amigo Toto. En entrevista con el coronel de la policía, éste le indagó a Lolito varias preguntas insolventes como, ¿dónde se vieron por última vez tú y Toto?, ¿qué hablaron la última vez?, ¿cómo desapareció Toto?, fueron las preguntas más indecorosas para solucionar el dilema de la muerte de Toto. Y, ¿quién mató a Toto?, fue la última pregunta que indagó el coronel de la policía. Cuando, en el ademán frío y en la manera de creer en el trance directo de la muerte en el acto de Toto, Lolito se vio petrificante con la idea en querer derribar y desviar la resolución del dilema de la muerte de Toto. Y, en el ademán frío por sentir que las preguntas del coronel de la policía cuando indaga y pregunta, sólo, Lolito sabe de la verdad sin ser tan fría como el invierno. El coronel de la policía sin saber ni tener un sospechoso por la muerte de Toto, tiene a Lolito en la mira, lo vigila de noche y de día. Lolito cuando responde a una de las preguntas desvía la contestación de esas preguntas, por las cuales, la policía acecha con saber, averiguar y tener un sospechoso por la muerte tan vil con una estocada en el costado de Toto, su mejor amigo supuestamente. Cuando, tanto, el coronel de la policía y Lolito perciben que el silencio sea demostrado con hechos, pero, no el acto de la muerte de Toto se siente como el acto más indecoroso, más cruel de todo comienzo y de todo final. En las caballerizas en el establo de caballos se halla un cadáver y es de Toto, el mejor amigo de Lolito. Y, Lolito cada vez que observa a las caballerizas de establo de caballos, sólo, presiente de que pensará en lo sucedido. Y, en el juego de la muerte y de la vida, sólo, encrudece la esencia, la virtud y la amistad de tantos años cuando juega un mal tiempo entre Toto y Lolito. Lolito no siente más el amor ni la amistad que los unió una vez cuando, en el silencio, sólo, quedó por matar a Toto entre las caballerizas en el establo de caballos y con una fría estocada. El coronel de la policía indaga más sobre la amistad de Lolito y Toto, y sabe que existe una mujer llamada Lala que recientemente llegó al barrio y al bar a laborar como empleada por laborar y realizar quehaceres domésticos. Las preguntas y las respuestas del coronel de la policía hacia Lolito quedan en el tintero, pero, es más un hombre de alta evidencia, de sublime y de carácter personal como fue el mejor amigo de Toto. Cuando, en el altercado frío y en la fría contienda, Lolito se siente como la fría verdad, pero, en vez de una fría verdad es una gélida mentira, por la cual, se aferra al desconcierto frío de entrever que la entrevista fue un fracaso y Lolito quedó con la mentira resguardada, muy dentro de sí.

Lolito queda en el suburbio de un pobre y débil corazón y todo porque él prefiere esconder la verdad y ocultar la razón, por la cual, asesinó a su mejor amigo Toto entre las caballerizas en el establo de caballos con una fuerte estocada irrumpiendo en el acto la muerte y dejando a la vida sin suerte. Lolito prefiere ocultar la fría verdad por expresar la álgida mentira de todas aquellas preguntas que indagó el coronel de la policía y que fueron punto de partida para resolver el dilema de quién mató a Toto. Lolito se aferra a ocultar la verdad, a pesar de sentirse el peor de los culpables y asesinos de Toto por no caer preso en la prisión. Si Lolito percibe como se siente en el ademán frío de envenenar la vida y más que eso, en caer rendido ante la certera certeza de ver -¨el cielo es pequeño y las alas son grandes ante tanta decepción…¨-.  Cuando, Lolito corre a creer en la prisión como un reo sin conciencia y sin sentimientos inocuos, detestando siempre la forma de haber caído a tan bajo repipi. Y se dice Lolito que -¨la verdad es tan fría como el hielo puro o como el invierno que arropa al cielo de fría nieve…¨-. La vida de Lolito quedó abatida, sin corazón y sin amor ni ilusiones por el amor de Lala si ya no pernocta por el bar aledaño a su residencia y cerca de las caballerizas en establos de caballos. Las ilusiones de Lolito quedan en el alma y en el corazón de todo un amor como el de Lala, sí, ningún amor. Cuando, en el alma de Lolito, se enciende de mortificación y de arrepentimientos inocuos de insolvente temor por ser el culpable del asesinato de su mejor amigo Toto. Lolito se siente como el juego del amor entre el querer y el amor de Lala, como que el juego del amor cree que es la ilusión por el amor de Lala, pero, no es así. El amor de Lala quedó como el imperio sosegado entre la calma y el frío adiós, si quedó todo como el albergue de un frío corazón. Lolito piensa en haber caído en lo más bajo como el asesino de su mejor amigo Toto, queda como un pobre hombre maltrecho, débil y adolorido en el alma. Lolito piensa una y una vez que el silencio encrudece de vida, de tiempo y de soledad. Cuando, arde el deseo de amar de Lolito, su conciencia lo mortifica, lo hiere y lo quiere derribar frente a su propio espejo de su alma devastada por el asesinato de su mejor amigo entre las cabellerizas en el establo de caballos por una estocada. Lolito está depresivo, no desea hablar con nadie, desea pertenecer a la soledad, y no desea salir ni tan siquiera al bar donde pernoctaba tanto a tomar tragos y divertirse. Eso ha levantado banderas rojas con la policía por la conducta del susodicho cuando, sólo, es por precaución que la policía lo persigue silentemente y sin darse cuenta que la policía lo persigue silente. Si Lolito comete un grave error y es que toma entre sus manos a aquellos guantes de acero inoxidables que había dejado cerca del buró para recordar el mal suceso, aunque, tienen sangre, pero, tienen algo más y es la huella evidente que incrimina a Lolito que lo une a ese vil y horrendo crímen. Lolito comienza a balbucear acerca de su mejor amigo Toto, dice que lo quería mucho y hasta que un día, borracho en el bar aledaño a su residencia se muere de llanto por la vida perdida de su mejor amigo Toto y tan nervioso que se haya le cuenta a Lala lo mucho que lo quería y que fueron amigos desde la infancia. Lolito dice que correrá la sangre cuando encuentren al malhechor que le perpetró ésto a su mejor amigo que será clave de sospechas y que lo pagará caro refiriéndose específicamente a él. Cuando, en el combate de dar una sola mala señal de que el mejor amigo de Toto, Lolito, se halla en un muy mal estado de salud por la pérdida de su mejor amigo Toto. Dos jóvenes que sólo querían divertirse en la vida, hasta que llegó una mujer al barrio donde ellos residen a bifurcar el amor entre ellos y a irrumpir con celos de amores e incontrolables la vida de cada cual hasta que los celos los separó para siempre y todo por una mujer llamada Lala. 

Si ya la policía y el coronel de la policía tienen a Lolito como único sospechoso del asesinato de Toto, que fue su mejor amigo en las buenas y en las malas. Lolito cree que a la policía se le puede engañar tan fácilmente y eso es imposible, existen datos y detalles que Lolito no puede lidiar con ellos. Lolito, una noche extremadamente vigilado por la policía toma a aquellos guantes de acero inoxidables como lo son la fuerza y la fortaleza en voluntad por ser de acero e inoxidables, como se les dice, y sin saber que dentro de esos guantes quedó la huella evidente impresa por dentro de los guantes que si son tomados por la policía serán evidencia suficiente de un asesinato por los celos de una mujer llamada Lala. Lolito trata de ocultar toda la verdad y tan fría como el juego de partida entre amar a Lala, sólo, quedó con la rica sensación porque no la pudo amar porque su conciencia le mortificó de tal forma y de tal manera que con psicosis y deseos de persecución lo van llevando a la pura realidad que es el culpable del asesinato de su mejor amigo Toto. La policía y el coronel de la policía ya lo persiguen y le han echado casi el guante. Mientras que, Lolito toma esos guantes de acero inoxidable que poseen la huella evidente de su propio cometido quiso ser como el sabihondo saber de todo, pero, en realidad que no podía saber mucho ni tan siquiera que posee sus huellas evidentes e impresas dentro de los guantes. La policía que lo sigue y lo persigue esperan para hacer una investigación de cateo dentro de la residencia de Lolito. Y Lolito sin saber ni tan siquiera sospechar que en esos guantes de acero inoxidables poseen la huella más evidente e impresa de sus huellas dactilares. Lolito cree que está a salvo de todo peligro insospechado de ese vil, cruel y horrendo crímen, pero, no, es el principal sospechoso de tal asesinato y más de su mejor amigo Toto. Lolito cree que nunca será evidenciado de ese vil crímen y que nunca se sabrá la fría verdad cuando, en el ademán frío de entretejer la vida y la conmísera mala atracción se aferra Lolito a que utilizó los guantes de acero inoxidables. Lolito nunca dejó evidencia alguna que lo pudiera incriminar de tal forma por ese asesinato, pero, su conducta sustenta de que es sospechoso de tal crímen. La policía silente con una envergadura de profesionalismo innato se debe a que persigue silenciosamente a Lolito. Lolito, sólo, le conviene salir y divertirse como antes pernoctando al bar donde se enamoró de ésa mujer llamada Lala para evitar ser más sospechoso y desviar evidencias. La policía, por fin, tiene la orden de cateo para la residencia de Lolito y Lolito sin saber ni tan siquiera sospechar de que su huella es más evidente, pero, impresa en guantes de acero inoxidable por dentro de esos guantes. La vida queda como un crímen sin vida y muriendo en el acto. Y, Lolito se convierte en el número uno de los sospechosos del crímen de Toto, pero, Lolito, sin tan siquiera saber. La mujer llamada Lala labora como empleada del quehacer doméstico, no sabe nada ya de Lolito si, se enteró de la noticia de la muerte de su mejor amigo Toto por la cadena de noticias y periódicos. La vida en libertad de Lolito está en juego, sin desear llegar y pisar a la prisión se debate entre la vida y la muerte. Si ya lo policía le ha echado el guante y es al guante de acero inoxidable que tiene Lolito cerca del buró y en la perfección de creer que en los guantes lleva sus huellas dactilares más frías y con sangre del occiso, o sea, con sangre de la vida y del cuerpo de su mejor amigo Toto. Toto fue asesinado por los celos incontrolables de Lolito por Lala, una mujer del bar aledaño a la residencia de Lolito y toda escena se vio en la encrucijada entre las caballerizas en el establo de caballos cerca del bar y fue con una fuerte estocada perpetrada en el costado del occiso Toto. 

Es lunes y es un frío invierno que corre entre el equinoccio de invierno y la suerte de Lolito se ve en la encrucijada entre la orden de cateo de la policía cuando, Lolito es el primer sospechoso si, así, lo dictaminó el coronel de la policía. Cuando, la policía investiga a la residencia de Lolito hay un revolú de pertenencias por doquier, pero, lo que más le llamó la atención fueron los guantes de acero inoxidables tan fuertes como la voluntad de Lolito en haber perpetrado a ese vil y horrendo crímen hacia su mejor amigo Toto que, aunque, no lo merecía y nada más por los celos incontrolables de Lolito, no fue suficiente hombre para haber enfrentado la situación, el dilema o el problema con seriedad y con responsabilidad de hombre leal. La policía realiza la orden de cateo en la residencia de Lolito por orden del coronel de la policía y se llevan dos o tres cosas a investigar incluyendo a los guantes de acero inoxidables de Lolito. Los guantes de acero inoxidables con huella evidente impresas muy dentro de esos guantes quedan a la deriva cuando la policía los envía a investigar con sangre del cuerpo del occiso de Toto. La policía ya tiene la certeza en el otro lado de la cancha y con pelota en mano. Y, así, es que la investigación y la orden de cateo vinieron bien y con la certeza de averiguar quién mató a Toto y por qué. La respuesta queda en el tintero por una sola relación inocua e intrascendente, por la cual, no se disipa la idea que hubo y que existe una mujer por el medio entre ellos dos. Y, sale a relucir y a dilucidar que la mujer llamada Lala era el punto de partida para los celos incontrolables entre Toto y Lolito y que Lolito sí, es el culpable de ese vil y horrendo crímen de su mejor amigo Toto. La policía cree con la investigación dada y ofrecida que entre los guantes de acero inoxidables de Lolito contiene impresas sus huellas dactilares y así, fue. La investigación que realiza el cateo de la residencia de Lolito reversa los guantes de acero inoxidables de Lolito, les toma la huella dactilar y es la de precisamente las huellas de los dedos de Lolito. La investigación va viento en popa, y más que eso en la resolución del dilema de quién mató a Toto y con la fría estocada entre las caballerizas en el establo de caballos aledaño al bar. Lolito quedó delirante en el albergue de su corazón frío y con los nervios de punta desde que se han llevado sus guantes de acero inoxidables a investigar. Lolito creía que nunca saldría a relucir, a dilucidar el cometido y el horrendo crímen de su mejor amigo Toto. La policía lo persigue de cerca silenciosamente y acecha con devorar su cumplimiento en la declaración que ofreció con las preguntas del coronel de la policía. Y, Lolito no quiere ir a prisión desde que el pasado de Lolito se aferra a la idea que no se sabrá nunca la fría verdad y del horrendo crímen de Toto. Los periódicos y la cadena de noticias siguen el caso de Toto y del mejor amigo de Lolito muy persistente en demasiada vil irremediable en poder creer que el sospechoso era casi el acusado sobre el estrado del juez. Si Lolito se encrudece de tiempo sosegado y de un crímen, por el cual, ya casi, se va a juicio, porque ya lo que falta es que Lolito exprese la declaración correcta, verdadera y sin ocultar evidencias ni huella evidente, porque ya la tiene la policía a sus guantes de acero inoxidables. La huella evidente es poder creer en el crímen más insospechado de todos los tiempos en el barrio cerca del bar donde Lala labora y Lala sin darse cuenta de tal crímen que fue por el amor y por los celos incontrolables de Lolito hacia su mejor Toto y todo por el amor de Lala. Lala se fue del barrio y no se supo de ella más, y Lolito quedó como sospechoso, como acusado, como un delincuente, asesino de un horrendo crímen y sin amor alguno de Lala. La policía quiso entrevistar a la mujer llamada Lala, pero, se pierde, se marcha lejos de allí y todo quedó con el acusado, Lolito.

Si entre los periódicos, la cadena de noticias que lleva el caso predilecto de Toto, y las gentes que allí pernoctan en ese barrio y en el bar aledaño ya se murmura de que Lolito es el vil culpable de ese horrendo crímen. Si Lolito cree que en la exactitud y entre los parámetros de una sociedad de un suceso pluscuamperfecto que no le harían daño a Lolito, si él teme por su vida, por su seguridad personal y por su insistente corazón que late a fuerza, cada vez, que alguien lo señala en el barrio como el perpetrador del vil y horrendo crímen de su mejor amigo Toto. Lolito no sabe qué hacer, si ya todo mundo tiene la certeza y la conmísera atracción de una resolución de un crímen de quién mató a Toto. Y la policía lo persigue silenciosamente y abatido, malherido y con la conciencia sin ser impoluta, sólo, le queda en declarar y expresar la certeza de haber hecho y realizado el cometido de ese vil crímen. La policía y la vida de Lolito se enfrasca en una persecución sin poder escapar de las garras de la justicia ni de la policía por el horrendo crímen de Toto y con una fuerte estocada en su costado o pecho desde que Lolito lo hizo, sí, que él cometió vilmente y con sangre fría. Y con indeleble razón quedó por siempre Lolito herido, sin saber qué hacer, acusado y con la murmuración del barrio entre escollos de esa pregunta de quién mató a Toto, y detrás de la cadena de noticias y de un periódico que dice casi la verdad exacta y veraz. La culpabilidad de Lolito le condensa la conciencia y sin arrepentimiento quedó solo, sin el amor de Lala, y todo porque ésta mujer se marchó lejos dejando la vida de Lolito en eterna soledad, matando a su mejor amigo Toto por un amor que no le dejó nada. Lala se fue lejos después del gran altercado que había hecho entre dos buenos amigos y tan leales porque donde hay una mujer siempre existe discordia entre dos hombres o más. Lala fue y siempre será el amor sin ser correspondido de Lolito y de Toto, si éste último se murió en el acto perpetrando la euforia y desatando la furia de unos celos incontrolables de Lolito y éste asesinando a Toto. La policía persigue a Lolito y Lolito sin fijarse de nada, ya le tienen el guante echado y la investigación acerca de aquellos guantes de acero inoxidables que utilizó Lolito para cometer el crímen, ya la investigación arrojó de que tanto la sangre como las huellas dactilares corresponden a Lolito. Si la policía persigue a Lolito de rabo a rabo, de punta a punta y de esquina a esquina, soslayando en un tiempo en que es intrínseco, intrascendente y muy inestable. Lolito, transmutando, con un sólo trasfondo de su propio parecer, queda atado entre las rejas de unos barrotes de hierro de la prisión que le espera. Tanto, Lolito y la policía saben quién mató a Toto, y no lo expresa cada uno sino que hay y existe una persecusión silenciosamente, inocua y muy transparente entre Lolito y la policía, aunque, Lolito es un asesino y era su primer error como civil de una sociedad de un asesinato en pluscuamperfecto momento se dedica a continuar laborando como mecánico de la hacienda donde mató con la estocada entre las caballerizas de aquel establo de caballos a Toto. La estocada sin huella evidente, sin marcas del perpetrador ni con la huella dactilar de sus dedos quedó como una fuerte estocada, la cual, se aferró a la muerte incapaz, pero, muy segura en el acto al morir Toto por la estocada y por la fuerza que le perpetra Lolito a Toto en el costado. Lolito ya no puede con la murmuración del pueblo, ni con los periódicos ni con la cadena de noticias que persigue el caso de cabo a rabo. Y en el suburbio autónomo de un sólo corazón se debe a que el comienzo de un todo se siente, se percibe como el tormento y como la furia autónoma de creer que las murmuraciones son la carta de presentación para un hombre que sabe que cometió un grave error por haber asesinado a su mejor amigo Toto en las caballerizas de establos de caballos con una fuerte estocada.

La policía, ya, sabe de la pureza y de la impoluta verdad de que Lolito es el perpetrador de ese vil y horrendo asesinato de su mejor amigo Toto. Cuando, en el afán de creer en el asesinato, sólo, Lolito piensa, trata de marcharse lejos del barrio y poder escapar de las garras de la policía. La policía, ya, lo tiene en la mira y lo tiene muy vigilado desde las cuatro esquinas. Lolito se enfrasca en la idea no solventada de marcharse lejos de allí de ese barrio, de esa hacienda, de ese bar, de esa residencia y, más, de las caballerizas de establos de caballos donde hubo un asesinato de su mejor amigo Toto. Lolito sabe una cosa, que si escapa queda como el único sospechoso de ese vil y horrendo asesinato y que, sólo, la policía quiere la resolución del dilema de quién mató a Toto. Cuando, en el alma de Lolito, se debate entre la más conmísera mala atracción, por una fría verdad y la más impoluta de todas las certezas.  Cuando, en el alma de Lolito y en la frialdad más irrelevante, su conciencia lo ahoga, lo mata del susto y de un sólo espanto, en el cual, se debate una de las más soluciones más efímeras de un sólo dilema de quién mató a Toto. Lolito trata de hacer sus maletas y poder escapar de ese barrio que lo culpa de toda acusación sin ni tan siquiera haber declarado y expresado la fría verdad. Lolito va en busca de un mejor destino y de un buen camino sin ser tormentoso. Cuando, Lolito cree que su estadía se siente como se percibe y sin poder escapar de las garras de la prisión queda a la deriva como un náufrago perdido entre el mar sin llegar a puerto seguro. Lolito quedó entre la pared y la espada cuando la policía silenciosamente persigue a Lolito para que exprese toda la verdad de que fue él quien perpetró el vil y horrendo crímen hacia su mejor amigo Toto. Y, Lolito sostiene su cabeza en señal de preocupación por el momento cuando se dispone a abandonar el barrio en compás del tiempo en que sacude al tiempo como rosas en primavera donde el equinoccio se estableció desde hacía mucho tiempo. Lolito comprende que será mejor salir del barrio y que su mundo reversa lo sucedido menos el asesinato de Toto. Si Toto fue el mejor amigo de Lolito y Lolito quedó pernoctando siempre en el bar a tomar tragos después de una larga jornada de laborar en la mecánica en la hacienda. Lolito sacude su cabeza en señal de capricho exótico en desear arrancar raíces y volar lejos de allí, de ese pobre barrio que, sólo, lo dejó maltrecho y tan desolado. Y Lolito dejando la marca trascendental hacia la vida misma se marcha lejos de ese barrio, en el cual, mató a su mejor amigo, pero, la policía lo persigue y lo atosiga hasta hacer de la expresión de Lolito una crucial para el evento del asesinato y del escollo de la pregunta de quién mató a Toto. Si Lolito va de rumbo hacia un sólo destino y un frío camino desnudando su conciencia y su arrepentimiento digno y tan puro como la impoluta verdad, trata de marcharse lejos de allí, del frío tormento y del barrio que le pertenecía por tantos años. Lolito va en busca de un mejor futuro, pero, la policía intercede y, casi, lo detiene en la puerta de su residencia y le asegura que no se puede marchar porque es él el único sospechoso de la vil muerte y del horrendo crímen de su mejor amigo Toto. Lolito acota y se queda en el barrio, sólo, fraguando la idea de cómo defender sus ideales y, más, a su pobre libertad, la cual, ya la había perdido desde el instante en que cometió el horroroso crímen con la estocada hacia su mejor amigo Toto, evitando la evidencia con la huella evidente entre los guantes de acero inoxidables. Si Lolito trata de hacer que su cometido fuera todo falso y para no ir directamente a la prisión, quedó como una declaración dudosa sin ser como la verdad impoluta. Lolito quedó como un transeúnte pernoctando libremente por el bar a tomar tragos después de la jornada laboral y, sí, que continúan las grandes murmuraciones hacia Lolito, pero, éste sabe, muy bien, cómo lidiar con esas habladurías.

Lolito, quedó abatido, adolorido y mal inconsecuente después de ese vil y horrendo asesinato de su mejor amigo Toto entre las caballerizas de establos de caballos y con la fría estocada. Lolito decide hablar porque la conciencia lo ahoga y lo mata. Si Lolito va en busca del coronel de la policía a expresar toda su declaración y tan fría como el cometido en caer de bruces caídas cuando él dice que… -¨el cielo es pequeño y las alas son grandes ante tanta decepción…¨-. Y, Lolito subió a escena todo aquello que se llama la vida real, y esperó por la única salvación en querer salir airoso de ese vil trance de la muerte en el acto de su mejor amigo Toto. Lolito quedó como un trance delictivo, atando a su cuerpo y a su alma a los barrotes de hierro encerrado entre la prisión y en la cárcel de su propio corazón, quedó Lolito. Cuando Lolito pone un pie en la prisión es cuando se dice para sí que… -¨el cielo es pequeño y las alas son grandes ante tanta decepción…¨-. ¿Qué significa?, que su cuerpo se halla condenado a un cielo pequeño pernoctando dentro de la cárcel con sus alas tan grandes, inmensas y muy gigantes, deseando tratar de volar lejos de allí, pero, aunque, quisiera no puede realizar la encomienda. Lolito y la noticia se difunde claramente entre el barrio, el bar y la hacienda que quién mató a Toto quien fue su mejor amigo Lolito. Lolito quedó encerrado por mucho tiempo y con una sentencia perpetua porque es homicida y ocultó la evidencia entre los guantes de acero inoxidables, una sola huella evidente e impresa dentro de esos guantes. Y Lolito creyó por siempre en esa frase de su conciencia, la cual, dice que… -¨el cielo es pequeño y las alas son grandes ante tanta decepción…¨-. Sí, porque en la cárcel existe un pequeño cielo y con alas gigantes, por las cuales, desean volar lejos de la prisión. Lolito quedó en la prisión si hace mucho tiempo la policía lo persigue y lo condena por la muerte de su mejor amigo Toto. Y la caballerizas de establos de caballos quedan desoladas desde que el asesinato se produjo edificando la forma y la manera de creer en el amor, pero, el amor abandonó a Lolito, al  igual que la vida y, más, que eso la libertad. Y, Lolito, quedó pensando entre barrotes de hierro que…  -¨el cielo es pequeño y las alas son grandes ante tanta decepción…¨-, una frase para indagar que la libertad es fría, muy poca y hay que cuidarla.

 

FIN                 

  • Autor: EMYZAG (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 6 de julio de 2024 a las 00:03
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 8
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