Que viene el coco

Tomas Tomenos



Que viene el coco, me decían mis padres cuando no quería irme a dormir, y me pasé un sinfín de madrugadas en vela, tumbado en la cama, mirando al techo a oscuras esperando al coco mientras escuchaba crujir las paredes de la casa. Pero nunca llegó el coco; ni la piña.

Más tarde, mis profesores me aconsejaron estudiar para ser alguien en la vida. O sea, para conseguir un buen trabajo y tener una buena posición socio-económica. Entonces, pasó por mi lado un procurador quejándose de haberse pasado cien años estudiando para procurarle la libertad a un manojo de bellacos. Por lo que me negué a ser alguien para ganarme el status de un nadie.

Al poco tiempo, mis amigos venían a llamarme para salir de fiesta, asegurándome que si un sábado noche me quedaba en casa y no salía de fiesta, me iba a convertir en el hazmerreír del instituto; un muermo sin paliativos, porque todos los tíos molones y enrollados salían de fiesta. Por aquel entonces, mi personalidad aún no estaba muy asentada y por miedo a quedarme con la etiqueta de muermo, me ofrecí a acompañarles. Íbamos a un tugurio iluminado con arcoíris histéricos y una música (por llamarla de alguna manera) hecha para espantar esqueletos. Cada dos por tres se me acercaba alguno con dos copas de más y me gritaba al oído que éramos colegas de toda la vida, cuando era la primera vez que lo veía y no sabía ni su nombre. Por temor a que se enfadara, yo le levantaba el pulgar en señal de okey y así la fiesta terminaba en paz. A la tercera vez que me llamaron para salir de fiesta, les dije que me resignaba a quedarme con el San Benito de muermo.

Pasó el tiempo y quisieron obligarme a hacer el servicio militar porque debía prepararme para defender a mi patria de potenciales agresores. Fue entonces cuando se me apareció el coco y me fui corriendo a dormir.

  • Autor: Tomas Tomenos (Offline Offline)
  • Publicado: 6 de julio de 2024 a las 18:37
  • Comentario del autor sobre el poema: El poema declamado en el vídeo que adjunto, aunque realmente parece tratarse de un poema de Bukowski, por tratarse de un escritor con un estilo muy marcado y ajustarse el poema a su estilo, parece ser que ha sido creado por la inteligencia artificial, y así lo reconoce el autor del vídeo en un comentario. Reconozco que la primera vez que lo escuché, no puse en duda la autoría de Bukowski, y la inteligencia artificial en este caso me la dio con queso. También es verdad que para que un programa informático cree un poema en base al estilo de un escritor con tanta precisión, antes le han debido introducir previamente la obra del autor en su base de datos. Esto me lleva a la conclusión de que lo mejor que podemos hacer los poetas es escribir en una libreta y guardar nuestros poemas en un hoyo bajo tierra, porque al ritmo que avanza la tecnología, al final va a terminar conociéndonos mejor que nosotros mismos.
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 28
  • Usuarios favoritos de este poema: María García Manero 🌷, El Hombre de la Rosa, Mauro Enrique Lopez Z.
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