Eran libros apilados
en las baldas de un desván
con relatos y poemas
descansando de bregar.
Y esa vida de lecturas
de una vida sin igual,
reposaba en otro cuarto
recostada en un sofá.
Era el cuerpo de una niña,
con un rostro angelical,
que heredó de sus mayores
esos libros del hogar.
Un tesoro entre sus manos
y a sus ojos la señal,
de una vida tras los muros
de la casa donde está.
Y la vida, con la brisa,
cada día llegará,
de horizontes muy lejanos
con las olas de la mar.
Son un beso susurrante,
y un rumor que llegará,
hasta el alma de la joven
con mil sueños de cristal.
Eran libros apilados
y eran versos sin firmar,
aunque en ellos, tus latidos,
la sonrisa dejarán.
Rafael Sánchez Ortega ©
05/07/24
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 8 de julio de 2024 a las 05:11
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 17
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., jvnavarro, MISHA lg, Texi, Nhylath, alicia perez hernandez
Comentarios3
Muy hermoso este poema con un fondo en el que mezclan diferentes sensaciones todas ellas muy poéticas
Un saludo
son dulces y tiernos latidos poeta bellisisiismas tus letras
gracias por compartir
Son un beso susurrante,
y un rumor que llegará,
hasta el alma de la joven
con mil sueños de cristal.
Eran libros apilados
y eran versos sin firmar,
aunque en ellos, tus latidos,
la sonrisa dejarán.
besos besos
MISHA
lg
jvnavarro y Misha, gracias por vuestras palabras.
Saludos y Abrazo
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