La maldición

La maldición 

 

Como si hubiese sido una maldición 

el gritarle al mundo mi amor por vos 

y que al hacerlo por eso me dejabas 

cuando en realidad lo que pasó, 

es que solo jugabas 

ahora sé que en realidad no signifiqué nada 

solo fui una desviación de tu conducta,

un arranque turístico de una calentura 

de que alguien te tocara sin amargura,

porque ellos siempre te tocaron con tal amargura que les daba asco acariciarte, 

mientras yo te amé con locura 

y te abrí las puertas de mi corazón 

a pesar de eso solo recibí tu indiferencia

pero supiste fingir a conciencia 

diciendome que me amabas 

y que todo en mi vida te importaba 

cuando en realidad solo fue 

un polvo de fin de semana.