Es el agua ese mal
tan necesario
que agasaja a los infantes
y los calma con su ahogar.
Así se siente un niño
en el fondo del río,
sin saber cómo actuar,
sin latidos.
Siente la paz de ser arrastrado
al más profundo de los vacíos,
si es que siente…
Es el enorme ahorcado,
el pozo de soledad, tan mío,
en que se encuentre.
Cuídate pequeño niño
nada bajo el río
hasta alcanzar la superficie
Si te quedas quieto
bajo el rocío,
no habrá quien te beneficie.
- Autor: Tomás Osorio del Río ( Offline)
- Publicado: 9 de julio de 2024 a las 05:40
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 30
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., Llaneza, Pilar Luna
Comentarios1
Una reflexión que estremece y a la vez inspira a pensar que la poesía es la salvación de la humanidad
Un saludo y abrazo
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