En hora buena

La vida correcta, se ha propagado por en medio de los medios, las personas de este mundo normalizaron la muerte y la tragedia para bien de nuestros espiritus, quiero entender y entiendo lo poco que representan en mi vida, aquellos que no son yo. Un pensamiento extenso y complicado nada tiene que ver con la sabiduría que se necesita para decir "no" o para pensar "porque". Viendo por la ventana la lluvia me explicó, que todo tiene un proceso, que la naturaleza es el alquimista por excelencia que la vida y la tierra poseen, el espejo no me permitió verla en mi reflejo y comprender que la mayoría de personas de mi mundo, alguna vez parecieron desgraciados para mi, rememora las épocas en las que este fue un sucio chiquero en el que nací por casualidad. Talvez hoy los autómatas que habitan mi vida, adquirieron en algún punto de mi propia historia un derecho que mi desgracia les nego, las personas fuera de mi corazón, no tienen alma y si la tienen, no me ha importado, lo que al cabo es lo mismo. Que mi corazón y mi alma se hagan más grandes, tal vez con ello mi mundo reverdezca el espíritu del que parece todos carecen.

Las almas fuera de mi vida no tienen la importancia de ser amigas, no conocen el derecho de ser amadas, ni el deber de quedarse ahí.