LA FOTOGRAFÍA

María C.

La vi mirando la fotografía de su papá,

sus hermosos ojos almendrados estaban tristes,

es que son ya siete años sin tener su sonrisa ni su mirada,

y al ver a mi hija así, sentí dentro una punzada

mi alma se encogió y quedo apagada,

mi hija miraba la foto con ojos llenos de brillos perlados,

resbalaban en silencio sus lágrimas, aunque de nada sirve llorar.

descargar sentimientos un poco es bueno, el corazón se regenera entero,

me quedé mirando esa escena bella dolorosa y tierna,

me acerqué despacio la rodeé con mis brazos, y entonces brotó su llanto amargo.

A veces la vida nos da tantas espinas que cuando ves que sufre tu hija,

tu corazón se deshace en mil partículas.

Mi niña ya es una mujer, es hermosa, trabajadora, tierna, estudiosa,

y como yo aguanta las penas, aunque a veces se escapen lágrimas intensas,

y así vamos soportando la existencia.

Y las dos con una sonrisa dulce miramos la fotografía,

añorando aquellos hermosos ojos rasgados y negros que nos miraban,

 y la fotografía parecía que cobraba vida.

ETERNIDADES

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