El tiempo como una flor veraniega
despierta cada madrugada
y vuela a la copa del árbol más cercano,
donde ríe con los pájaros y los grillos desperezados
que duermen en el jardín del cielo,
cubiertos de niebla y de roció empapados,
cuando me recuerdas al tiempo,
ya he partido con la alborada solitario.
Luego te adormeces tiempo,
hasta mi llegada, sorda y cabizbaja,
que es rápida como la vida,
guardarás silencio, dormirás cuando duermo,
pero en la madrugada me despertarás,
campante como siempre lo has hecho,
tu eres y serás el eterno y joven tiempo,
que te llevas todos los recuerdos… que pena,
hasta que alguien los rescata
de algún libro viejo,
y tú, lo observarás todo en tu mudo silencio.
Nadie te ve, sigiloso tiempo,
rápido y a la vez lento,
vives atrapado entre los granitos huidizos,
de los relojes blancos de arena,
esperando que alguien, te de vuelta otra vez
para seguir viviendo.
- Autor: Nan (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 16 de julio de 2024 a las 16:01
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 30
- Usuarios favoritos de este poema: Una voz, alicia perez hernandez, Mauro Enrique Lopez Z.
Comentarios1
Una interesante poesia hecha para el tiempo que siempre es cautivante.
Dios te bendiga.
GRACIAS UNA SOLA VOZ POR TU AMBLE LECTURA.
SALUDOS
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