A la misma hora
Miento en las fechas y me atrapa el remordimiento, al ver que no todo es verosímil, al menos en los números, según mi calendario. Quizá por pereza, al notar que el orden de lo que te escribo es incorrecto; pero después pienso y creo que lo importante no es tanto el día, sino el escribirte y demostrarte que sigo cumpliendo con mi palabra. Me sangra cuando miro tu foto y, de un golpe brutal, vuelvo a observar que no es un sueño, que es tan real como lo soy yo en carne y hueso. Tu mirada está lejos de mi alcance y entro en pánico, porque quisiera que bajaras y volvieras conmigo, que te quedaras acá y te volvieras a ir solo un día antes que yo. Sufrir nuestra separación por unas insignificantes horas, nada mas. Pero esto no es nada nuevo, lo he repetido una y otra vez… y lo seguiré haciendo, porque es un deseo a esa estrella fugaz que no sé cuando pasará, pero tengo la esperanza de que llegara el momento y entonces yo estaré ahí, junto a nuestra ventana, para pedirle que te devuelva a mi.
Los videos tuyos que encuentro a menudo y que Facebook me recuerda algún momento para rememorar, me hacen ligeramente llorar el alma y mis ojos se ahogan en un océano gigante, hasta que mi cara se siente empapada y puedo saborear el mar salado en mis labios.
Ayer volví a escuchar tu voz después de meses de mudez y no me pude contener, llore con todo y sin vergüenza, y sin que me importara quien me viera, quien me señalara o se burlara de mis sentimientos en duelo. ¿Por qué disfrazaría el amor que perdí? ¿A caso no lo vales? ¿Por qué no regalarte un minuto de silencio, cuando vos me diste más de lo que merezco? ¿por qué no sentarme aquí y garabatear, imaginando que me escuchas o que algún día leerás cada una de mis palabras? ¿Por qué no hacerlo, si me consuela y abraza el engaño mismo?
A veces supongo que te fallo, cuando pasan los días y no te dedico nada. Pero lo mismo me pasa cuando escucho un chiste y me río en voz alta, siento que te estoy faltando y enseguida me retracto y, como consecuencia, me castigo con nuestras canciones y recuerdos juntos. Hasta que no queda nada mas y me despido frente a tu cuadro colgado en la pared del viejo living. Supongo que continúo sin alterar los planes del destino, aunque no me convence el significado de la palabra “derecho” que se usa a menudo cuando se pierde a un ser querido; “tenes derecho a rehacer tu vida” “tenes derecho a volver a vivir un amor” “etc.” Y para mi, derecho tenías vos, que no tenias maldad, derecho a vivir mas, a llevar una vida tranquila. Por mi parte, no tengo la necesidad de querer a nadie más, seria una manera de reemplazar y yo no quiero reemplazarte, aunque encontrase a alguien igualito a vos, no serias vos y eso en mi corazón lo sabría. No podría perdonarme si cometiera semejante acto, moriría antes de pensarlo y reviviría mil veces más, para volver a morir.
Creo que esto es todo por esta noche, el reloj no tarda en marcar las 00:00 hs e indicar con su sonido que ya es hora de descansar, mañana me espera un día largo, entre trabajo por hacer y tramites engorrosos y para nada placenteros, se que el día será ofuscante. Ahora duerme bien, mi gran amor, mañana a la misma hora aquí estaré, buscándote entre la oscuridad y el abatimiento que me produce desde que despierto y no te veo; pero tengo la certeza de que al mínimo segundo que se respire un centímetro de paz, tú habrás llegado a nuestra cita, en aquel sofá.
- Autor: Anne Black (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de julio de 2024 a las 07:25
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 14
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, Mauro Enrique Lopez Z., alicia perez hernandez
Comentarios1
Bueno, espero que se concrete la cita esperada poeta Anne.
Saludos y gracias por sus letras.
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