Un cuarto para cada pensamiento

Y dividió las aguas, 

Las de arriba y las de abajo...

Cierto día en que surgió el mar...

Puso los lápices en el vaso de madera,

De manera que quedaras al alcance los tonos mayores,

Entre los cuatro extremos de la tierra...

Cuatro colores, y muchos matices...

Y en la esquina verdadera de cada imaginación humana, donde cabía cada lápiz...cada caneta mordida...

Cada pensamiento lleno de saliva...

Cada canción y cada pétalo...

Aparecieron las alas del espíritu...

Que rondaba la superficie de la tierra desde el primer día...

Y en cada una de millones de posibilidades tras el diluvio...

Tras el dibujo goteado de pasión...

De cada célula infinita...que se esparce por el éter...dejándose tentar por el tiempo y los caminos...

Se proyecta la imagen vivida de mi cuarto...

Con sus aromas y desventuras 

Privado de ventanas...

Conmigo o sin mi...

Acogiendome cada día.