A veces cuando el desgano que entristece,
amedrenta con lides a las horas que envejecen en mis venas,
te miro...
tú también me miras y veo como en tu piedad,
dejas que trepen por los pliegues de tus pupilas
las alegrías de los recién nacidos del mundo,
regando con luces las escaleras y los silos del sur.
Gravitan los causes. Se aran las legumbres.
Panes de Octubre caen sobre tus ojos,
y nutren tanto a este aguerrido corazón,
que queda cubierto de flores como el desierto de Atacama.
Sonrío, y agradezco que siempre estés aquí.
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Autor:
Nicolás Alejandro Gabriel (
Online)
- Publicado: 17 de julio de 2024 a las 21:25
- Comentario del autor sobre el poema: Quisiera dedicar este poema a la razón de mi vida: A Estefanía.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 1
Comentarios1
Gran escrito poeta Nicolas y bellamente bordado.
Gracias.
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