Me perdí en el mundo real, por favor mientras no estoy, no se maten.
Si la muerte no me ha llamado,
¿qué destino me espera en este mundo?
Sigo viviendo en esta penumbra,
entre sombras y sueños moribundos.
Cada día es una lucha,
un enfrentamiento con la soledad,
el dolor es mi fiel compañero,
y la esperanza, una fugaz realidad.
Si la muerte no me ha llamado,
¿por qué siento su frío abrazo?
Cada suspiro se vuelve pesado,
cada paso, un esfuerzo raso.
Las noches son interminables,
llenas de pensamientos oscuros,
me pierdo en los laberintos de mi mente,
buscando salidas en muros.
Si la muerte no me ha llamado,
¿qué lección debo aprender aquí?
¿Es mi sufrimiento un camino,
o simplemente un cruel devenir?
A veces, la vida parece un castigo,
un ciclo sin fin de agonía,
pero si la muerte no me ha llamado,
quizás aún haya luz en mi día.
Buscaré entre las cenizas,
la chispa que pueda encender,
una razón para seguir adelante,
aunque me cueste creer.
Si la muerte no me ha llamado,
entonces, seguiré mi camino,
con el alma desgarrada,
pero con un corazón decidido.
- Autor: Dor (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 22 de julio de 2024 a las 11:09
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 31
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, Mauro Enrique Lopez Z., Pilar Luna
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