Escribo con el dolor de escribir,
envejezco,
huyo al azar entre las letras
y el tiempo se desploma en tu rostro.
Ámbar y pedazos de cielos domesticados
detienen en tus ojos la fragancia del ser.
Escarbo detenidamente en tu mirada,
busco por una antigua manía de buscar
-en tu mirada-
el solitario patio de mi infancia:
el crudo malvón,
las rosas al borde del calor extremo
y la violencia del sol,
sobre mi piel de niño y los narcisos.
Magia de los calores en los países del sur.
Rojas y locas,
bocas sangrantes y perversas,
amantes de los jugos
y de la tierra resquebrajada por el sol,
un amor a la antigua, al aire libre.
Huyo en dirección contraria a las letras,
detengo el porvenir.
Abro de par en par con un tajo preciso
-dueño de mi saber-
mi cadáver actual: Mi pobre vida cotidiana.
Extranjero, enmohecido el corazón,
acostumbrándome a un sol a punto de extinguirse,
sólo me queda, del tango,
un asco contra todo, una violencia.
En tu mirada el patio de mi infancia anochece.
(Del libro El Amor existe y la Libertad: Ed. Grupo Cero)
- Autor: Editorial Grupo Cero ( Offline)
- Publicado: 23 de julio de 2024 a las 09:20
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 13
- Usuarios favoritos de este poema: ElidethAbreu, 🇳🇮Samuel Dixon🇳🇮, Santiago AlboHerna, Mauro Enrique Lopez Z., alicia perez hernandez, Pilar Luna
Comentarios1
De vuelta la patio de la infancia en este magistral cierre de un poeta dorado por el paso de tiempo.
Abrazos y gracias!
Gracias por tus palabras Elideth, un abrazo para ti también de vuelta.
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