_Entre la Sed y el Perdón_

EmilianoDR



 
_Entre la Sed y el Perdón_
 
Junto al pozo, bajo el sol que abrasa,
una mujer de Samaria va,
cansada el alma, sed que no se pasa,
buscando agua que la saciará.
 
Llega un forastero, judío errante,
y con mirada que el alma le ve,
le habla de un agua eterna y brillante,
que apagará su sed de una vez.
 
“¿Cómo me pides, siendo tú judío,
que te dé de beber?”, pregunta con recelo,
ignorando que ante ella, el Mesías,
le ofrece el agua del milagro eterno.
 
Él le habla de su vida, de su pena,
de los maridos que no la llenaron,
y ella, conmovida, escucha serena
las palabras que su alma tocaron.
 
Reconoce entonces, con fe creciente,
al Mesías que Dios prometió,
y corre a contarlo, alma reluciente,
olvidando el cántaro, el pozo, el calor.
 
Samaritana, símbolo de encuentro,
entre culturas, entre sed y perdón,
nos recuerda que el amor es el centro,
donde el alma encuentra su redención.
 
EmilioDr.
07/25/2024©℗®
 
 
 
  • Autor: EmilioDR (Seudónimo) (Online Online)
  • Publicado: 25 de julio de 2024 a las 10:38
  • Comentario del autor sobre el poema: La historia de la mujer samaritana, narrada en el Evangelio de Juan, presenta una escena cargada de simbolismo y transformación. Jesús, agotado por su viaje, se detiene junto al pozo de Jacob y solicita agua a una mujer que viene a sacarla. Este encuentro no es casual; trasciende las barreras de género, etnia y religión. La mujer, sorprendida por la petición de Jesús, no solo enfrenta su propia sed física, sino también una sed espiritual y emocional que ha estado ignorando. En el diálogo que sigue, Jesús le ofrece "agua viva", una metáfora de la gracia divina que promete saciar una sed mucho más profunda y duradera. A medida que la conversación avanza, se revela un aspecto fundamental del mensaje de Jesús: el perdón y la restauración. La mujer, que ha tenido una vida marcada por relaciones quebrantadas y rechazo social, encuentra en Jesús una aceptación y comprensión que nunca había experimentado. Jesús no la juzga por su pasado; en cambio, le ofrece una nueva perspectiva de vida y una oportunidad de redención. Este acto de perdón y aceptación no solo transforma la vida de la mujer, sino que también la inspira a convertirse en una mensajera de esperanza para su comunidad, demostrando que nadie está fuera del alcance de la gracia divina. La historia de la mujer samaritana nos invita a reflexionar sobre nuestras propias vidas y las sedes que llevamos dentro. Nos desafía a reconocer nuestras necesidades más profundas y a buscar en la fuente de amor y perdón que Jesús ofrece. Al igual que la mujer samaritana, todos tenemos la oportunidad de ser transformados por la gracia y de llevar ese mensaje de esperanza y restauración a otros. Este relato nos recuerda que, entre la sed y el perdón, hay un encuentro divino que puede cambiarlo todo.
  • Categoría: Reflexión
  • Lecturas: 2
  • Usuarios favoritos de este poema: José Valverde Yuste, jvnavarro
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Comentarios +

Comentarios2

  • jvnavarro

    El amor en los evangelios y sagradas escrituras es luz que ilumina para quienes se saben parte de esas páginas que nada piden y en mucho ayudan
    Un saludo amigo y poeta Emiliano

  • José Valverde Yuste

    Bellas letras inspiradas en la Biblia. Un abrazo con la pluma del alma. Buen día



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