Hay ojos, que tienen su silencio.
Cada llamada al cielo,
cada abrazo y una mirada
furtiva que libera.
Cuántas veces te negaron
las estrellas y el cielo era testigo.
Y no logras, tener asilo en la nostalgia,
pero coincidiré contigo en las esperas
y en la incertidumbre
de las tardes frías.
No lo dudes.
De la vida, se desprenden
las plegarias.
Te regalan la palabra
y brota una oración
desde tu vientre.
Logras que florezcan
las violetas y se abra
de par en par, la noche.
No lo dudes.
De la vida se desglosan
los silencios.
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Autor:
Lucía Gómez (
Offline)
- Publicado: 26 de julio de 2024 a las 18:48
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 1
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