(Cincuenta años después de escrito el poema)
A Silvio, y a su guitarra,
que alguna vez toqué con mis manos.
Y qué decir, amigo camarada,
qué decir, viejo compañero de las cuerdas:
del silencio de los que oyen,
de la ceguera de los que ven,
de la ignorancia de los que saben.
Y qué decir, amigo de las calles sin fronteras,
de qué sirve ver y oír
si la tierra es redonda
y todos lo saben,
y nadie lo sabe.
Ver y oír es todo, o es nada,
(solo silencio, ceguera, ignorancia)
si acaso ni siquiera somos lo que fuimos,
si apenas comprendemos
que fuimos y no somos.
Por eso,
ver y oír es mucho o poco
si mucho o poco somos capaces de hacer
con seis cuerdas
y la llama candente que brota
tras la música de una guitarra añeja.
Frank Calle (23 / dic / 1968)
Publicado el 8 de dic. del 2018
Los versos que están en azul se adicionaron
en esa fecha, para contemporizar con
el tiempo transcurrido, 50 años después.
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Autor:
Frank Calle (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 27 de julio de 2024 a las 00:39
- Comentario del autor sobre el poema: Durante la vida, he dedicado a Silvio Rodríguez varios poemas, aunque supongo que él no lo sepa; y seguramente no recuerda ni de mi existencia, pues no conversamos hace casi 55 años. Probablemente, este sea el primero de esos poemas, escrito bajo la influencia de las largas jornadas nocturnas, en casa de Pancho, donde una veintena de seguidores nos reuníamos casi diariamente, esperando por su llegada, generalmente acompañado de la letra de una canción nueva...
- Categoría: Amistad
- Lecturas: 23
- Usuarios favoritos de este poema: Tito Rod, jvnavarro, Scarlett-Oru, Mauro Enrique Lopez Z., alicia perez hernandez, Pilar Luna, Sergio Alejandro Cortéz
Offline)
Comentarios2
Un buen sonido de guitarra en este poema
Un saludo
Gracias amigo, lamentablemente siempre fui malo con la guitarra, y eso que eran buenas guitarras, pues de aquellas salieron obras notables,; bueno, malas también, empezando por las mías. Todavía tengo guitarra, quizás le dedique un poco de tiempo, antes que ya no pueda ni tocarla...
Un abrazo,
Frank
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En todas las casas creo que hay una guitarra
Un saludo
Yo tuve una antes que fue con la que algo aprendí. Con el tiempo terminó en manos de mi hijo, que sin contar conmigo la prestó a otro, y pasando más tiempo indago por la guitarra, y después de algunas mentirillas, conocí que de la guitarra solo quedaron pedazos, al participar de una reyerta entre jóvenes, entre los cuales uno al menos sufrió un guitarrazo en la cabeza.
No está mal el tema para escribir un poema, a la memoria de la guitarra de frank...
Anímate, yo pongo el título, guitarrazo a la cubana
Un saludo
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