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Original Oriflama Infinita


AVISO DE AUSENCIA DE Original Oriflama Infinita
Me retiro a mi soledad eterna.
Enciendo esta noche una linterna
entre el frío que por esta ventana
entra a borbotones, como mi alma
en la muerta materia desvencijada
haciéndola jirones de blanca niebla.
Me retiro a mi soledad eterna,
aunque nunca daré por perdida
aqueya estreya que briya a oriyas
de mi vida, entre marea y arena...
Me voy volando al alba al despertar
a esta realidad tan extraña,
que se sueña, es la verdad...
Me voy flotando en una ola enfática,
a toda velocidad, cortando las aguas,
y la gran distancia que nos separa igual.

 

Las mariposas son seres singulares

Logran sincronizarse danzando dos en el aire

Viajan surcándolo entre las hojas,

mojándose en la luz, secándose en la sombra

Y son las mariposas verderamente transparencia,

son preciosas siluetas en los umbrales de la selva

Revolotean azarosamente, pero son tan perfectas

sus coreografías que gratifican al oyente que las mira

como si fuesen avatares de una música inaudita,

cuando son verdaderamente transparencia,

cristal donde la luz vuelca sus dispares simetrías,

sus colores, sus acordes, sus formas, sus ceremonias...

Las mariposas son seres singulares, es indudable

Sincronizadas danzan dos en el aire,

viajan surcándolo entre las hojas

Se mojan en la otra, se secan asolas,

nadan en arenales, se entierran en las olas

 

 

Aqueya errónea sincronía era

dolorosa como una herida en el alma

Era la pena de tener que amar

la sombra de nadie y su silencio miserable

 

Fue una larga pesadiya horripilante

camuflada tras tantos besos mordaces

Fue solamente furia empecinada

en mostrarme amor por su egoismo

 

Mentiras mortales, caidas como sangre

entre la dura tierra, sobre las yamas

que ardían apagadas en secretos altares

 

Solamente una maldita cortina metálica

que cayó así como yuvia ponzoñosa,

sombría sonrisa opacante ante mis lágrimas de fuego

 

 

 

Es el silencio en la hermita,

la luz cuando cae y se derrama,

el viento agitando verdes ramas,

el recuerdo de una herida antigua...

 

Es cada grieta en la corteza áspera,

es la presencia que habita la máscara,

es una sombra en otra esquina,

o quizás el amor contra toda mentira?

 

Ha de ser la aurea alma equilibrada

en la línea que separa dos mundos,

un reducto de esperanza en mi mirada...

 

Siempre ha sido un ímpetu puro,

un decisivo paso y otro que lo sigue,

dulce delirio amargo, sí, todo es posible

 

 

Lo ansiado anegando tranquilamente

como nada. El tiempo pasa, o no

y eso nunca. La transición se ejecuta

y vuelvo a mi calma transparente

soñando en otra luna diferente

a la de los enamorados para siempre

 

Rumbos contrastándose ensombrecen

apenas este amanecer nocturno

Aves invisibles: el viento en su desvelo

repartido en tantos ecos ultrasónicos

 

Sin sucumbir a palabras sospechosas

levanto mi alma sobre toda tristeza

en un empuje de valerosa beyeza

y fuerza natural, fluyente esencia

que resuena despertando al mago, presto,

en el justo momento, que ha hecho algo eterno

 

 

Cómo lo frío entrante embalsama la tristeza irreductible! Y de qué manera su mano ligeramente deposita una hebra de la risa metafísica en mi tierra pensativa! No con un ansia voraz e intranquila, sino con la paz benedicta, hermética mente que se ensimisma en esta misma interna oriya imposible, cercada entre las lejanías y los mares insondables donde las aguas giran para enguyir las naves que apenas se acercan aquí con la idea de manciyar de brea y químicas toxinas las arenas amariyas de mi isla: casi quimérica fortaleza ubicada en la línea liminar del último crepúsculo

 

Latente luz divisoria,

imagen metamórfica

 

El corazón se desdobla

y el desgarro lo contorsiona

 

Presencia entre sombras

asoma su faz fotónica,

yama del alma remota

que yama desde la honda

fosa donde vela silenciosa

con blanca voz de diosa

hablando para eya sola

Y yo percibo leve aliento,

una onda que roza lo eterno

 

Los griteríos del pensamiento

cesan al sonar ese desteyo

que de tan beyo se antoja

perfecto, como fuego que moja

toda la noche en su lecho

un cuerpo hecho de deseo

y sueños que siento despierto

 

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