DEJÉMOSLO PARA LUEGO.

Creo que, es esta, una forma muy decente,

de comenzar, una historia coherente,

natural, como la vida misma, y aún más,

pues... sabido es, que Satanás,

del que no creo, premia cualquier devaneo

por escabroso que sea, solo pídele un deseo.

Con el estilo y agudeza, de los más duchos tenorios,
circulo por la vida presumiendo de abalorios,
nada, poca cosa, sin atavíos, adornos ni perifollos,

con mucho tacto, para no meterme en líos ni embrollos.

Picando aquí y allá, con paciencia y humildad,

sin prisas, pero sin pausas, y viviendo la realidad.

Sonriendo si hace falta, y repartiendo abrazos y besos,

pero guardando para mañana, y sin malgastar esfuerzos.

No vaya a ser que, por querer agradar,
exagere en efluvios, y es que... hay que saber guardar,

guardar para mañana, o para cuando se presente,

pero... ojo, pues hoy estas aquí, y mañana estás ausente.

 

Así que, viendo lo que hay, el vivir al día es lo mejor,

pero eso sí, disfrutando de la vida, y del amor.

¡Amor! Nunca cuatro letras formaron palabra más bella,

fina, elegante, y con el fulgor deslumbrante de una estrella.

 

Los antiguos romanos, ya entonces descubrieron,

el poder y sugestión de dichas letras, y decidieron,

jugar con ellas hasta formar la palabra Roma,

pero... pasemos a otra cosa, que hoy estoy de broma.

 

Y volvamos al amor, como dice la canción,

para olvidar nuestro enfado, con esperanza e ilusión.

El disfrutar de la vida, no tiene ningún parangón,

con las desdichas pasadas, intrigas, sin ton ni son.

 

Piensa que eres mi luz, el sol que me ilumina,

la alegría de mi huerta, y la pasión que me domina,

el anhelo de esperar todo lo que posees,

para a la vez rendirte yo, lo que exijas o desees.

 

Pero ahora... dejemos esto,
que ello luego vendrá,
pues cuando llegue el momento,
mi ser entero, se te dará.

 

Mujer que lees o escuchas esto,

sepas, que todo esto es por ti,

por ti y para ti, me iluminó la musa,

por lo que no tienes ninguna excusa,

para que, amablemente digas que te gusta…

lo que me inspiró la musa.