El tiempo es tan veloz,
que en un abrir y cerrar de ojos,
los hijos,
alzan el vuelo y se van.
Queda un vacío,
que se ampara en un consuelo:
la prodigiosa experiencia
de haber crecido junto a ellos,
en el intento de alcanzar
el máximo esplendor.
Así pasen los años,
hasta el último día de nuestras vidas,
nos persuade la caprichosa idea
que siguen siendo niños.
- Autor: Paulo Cristodero ( Offline)
- Publicado: 31 de julio de 2024 a las 16:07
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 65
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, Mauro Enrique Lopez Z., Una voz, Llaneza, José Valverde Yuste
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