A poetas latinoamericanos
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Ya necesita este mundo
un cambio en la poesía,
que amanezca un nuevo día
con un sentir más profundo.
Sea el poeta un fecundo
sanador de corazones,
y alegre con sus canciones
las almas para que alumbren
y con sus versos deslumbren
a nuevas generaciones.
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Soneto octonario
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Que no se hizo el corazón,/ para ser pasto de ruinas,
que nunca pudo la hiedra,/ tapar un pasado honroso,
ya resurge con vigor,/ el Quetzal por las esquinas,
que no se avergüenza el Sol/ y menos por ser hermoso.
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¡Deja Latinoamérica,/ déjame que yo te adore,
levanta al mundo tu voz,/ ¡deja que el mundo te admire!
Que al alejarse de ti,/ de pasión el mundo llore,
y ansiando volverte a ver,/ ¡el mundo de amor suspire!
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Que quiero alcanzar mi sino,/ a la par que tu destino,
mecerte en todos los sueños/ de mi noche más tranquila,
y acompañar a tus vates,/ en este nuevo camino.
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Nueva gloria quiero ver,/ reflejada en mi pupila,
letras ya de savia nueva,/ letras de amor que adivino.
¡Creced poetas, creced,/ el mundo entero os vigila!
-0-
Ábranse nuevos caminos
en el mundo de las letras
surquen la tierra con trinos,
que despierten las conciencias,
sea el poeta adalid,
alumbren plumas la tierra
y que llenen con su luz
a esas almas que ya esperan
el consuelo de una voz
que le cante a sus miserias,
esperando que por fin,
alguien venga a socorrerlas.
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Mercedes Bou Ibáñez
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Autor:
Mercedes Bou Ibáñez (
Offline) - Publicado: 2 de agosto de 2024 a las 05:19
- Comentario del autor sobre el poema: Acabo de leer esto, de un señor al que sigo, y me ha parecido interesante, por lo que, ( con permiso de ese señor) os lo muestro aquí, es referente al mundillo transgenero y las olimpiadas. --------------- MANOLO LE LLAMARE MOS A ÉL- Ella se llama Ángela Carini, italiana guapetona, y es una boxeadora con cariotipo XX que lleva media vida preparándose para una medalla de oro en la Olimpiada de París. Ayer, sin embargo, en la final femenina de boxeo, Ángela se cruzó en el cuadrilátero con un argelino de cariotipo XY y mucha testosterona en el cuerpo. El individuo, tras romperle el protector de la cara y partirle la nariz, venció a Carini por K.O. en tan sólo cuarenta segundos. Fue como quitarle un caramelo a un niño. Medalla de oro para el XY. Llanto, rabia, impotencia y protestas para Ángela Carini, la chica del XX. Cagoensanpitopato. El individuo XY tiene un nombre complicado, pero, para entendernos, lo llamaremos Manolo. Manolo es un armario ropero con altillo. Manolo gasta una nuez que parece una manzana. Manolo tiene entradas en las sienes y pelillos en el pecho. Manolo tiene unos abdominales como tabla de lavar. Manolo es barítono en el coro de su pueblo. Manolo se afeita cada día con cuchilla Filomatic, que da mucho gustirrinín. Y además, Manolo, en su entrepierna, tiene una cosa morena que no la quiero mirar, Francisco alegre y olé, Francisco alegre y olá. Horroroso, lector. Horroroso. Manolo boxea contra mujeres porque, aunque Manolo es varón, el pobrecito se siente mujer. Ya sabemos que hoy en día lo importante no es lo que verdaderamente somos, sino cómo nos sentimos. Manolo se siente mujer, Begoña se siente catedrática, Sánchez se siente perseguido, Ávalos se siente honrado, Miguel Bosé se siente virólogo, Iglesias se siente tabernero, Irene Montero se siente estadista y Maduro se siente demócrata. Qué le vamos a hacer. Son signos de los nuevos tiempos. El combate de boxeo entre Ángela Carini y Manolo se saldó con dos guantazos bien dados. A mí, de hecho, me entraron ganas de llamar al teléfono 016 de atención a las víctimas de violencia de género. Y si no lo hice fue porque (estaba seguro) los podemitas serían capaces de considerar a Manolo como la víctima del combate, y no como el verdugo. Cagoenmismuelas. También han puesto el grito en el cielo muchos grupos feministas, que ven a Manolo muy poco femenino. Pero Irene Montero nos ha explicado las bondades progresistas de que un señor con los huevos morenos, pero que se siente mujer, le arrebate la medalla olímpica a una señora con dos ovarios, una matriz, y un coño más grande que el coño de la Bernarda: que si el heteropatriarcado opresor, que si la heterosexualidad heteronormativa, que si la heterogilipollez heterodivisiva, que si ellos, ellas y elles, que si las gallinas veganas, etcétera, etcétera, etcétera. En fin. Tampoco exageremos ni quitemos mérito a Manolo. Hay quien dice, convencido, que Manolo ganó en buena lid: simplemente, le echó más cojones al asunto. Cagoentóloquesemenea y mitad del cuarto más. Firmado: Juan Manuel Jimenez Muñoz. Doctorado en boxeo por la Universidad de Güisconsin (Albacete).
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 63
- Usuarios favoritos de este poema: Martha patricia B, EmilianoDR, MIM (Fideo de Mileto), Tommy Duque, Omaris Redman, ElidethAbreu, Lincol, Pilar Luna, Lucía Gómez, jvnavarro, Mario Rodolfo Poblete Brezzo, Rafael Huertes Lacalle, Mauro Enrique Lopez Z.
Offline)
Comentarios7
Como siempre Mercedes magistral
Un abrazo maestra
Magistral para rescatar una historia poeta Mercedes y denunciar los fallos de las Olimpiadas de Paris, uno d elos eventos mundiales con menos preparacion y con cosas que ofenden , esta que cuentas y la Santa Cena burdamente tratada.
Gracias y saludos
Wao, yo escuché esa noticia anoche y me quedé perpleja, cómo se permitió la inscripción de "Manolo" en una contienda olímpica femenina de esa envergadura, no entiendo qué pasó por la mente de los miembros del Comité Organizador en ese país. Me parece muy oportuno que usted haya traído a colación este tema a mi parecer descabellado. Saludos maestra Mercedes.
Que cosas pasan en este mundo Mercedes, cuanta falsedad y mentira metidas en el mundo de los deportes, tambien en el arte y de la politiqueria.
Gracias,
Así de malas marcha el mundo moderno.
Un placer leerte.
Saludos.
En España, tipos de 1,90 con barba están en cárceles de hombres por violar a mujeres y dicen que se sienten mujeres y piden el traslado a una de mujeres, otros dicen que son mujeres para hacer las pruebas físicas con ellas y entrar seguro a trabajar como Policía.
La decadencia de Roma acabó con ella.
Me inclino ante su genialidad, señora, Mercedes, un abrazo.
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