¿CÓMO SUEÑAN LOS POETAS?

Hay veces que nuestros sueños y deseos nos lleva por esos rumbos que fueron pasajes cotidianos de Freud, Jung o quizá Fromm. Hay personas que, al dormir, sienten que mueren, otros lo hacen para descansar y los poetas que no son amigos de Morfeo; no escuchan a su almohada y en lugar de contar ovejas cuentan anhelos y nostalgias. Todo eso antes de embarcase en sus sueños despiertos. montarse en una estrella, atravesar los mares, en busca del poema de ella. Y acariciarse ahí junto al recodo de sus letras.

Un poeta, es un ser poseído. Algunos le llaman musa, el caso es que cada uno tiene sus propios demonios. El mío es como un pequeño duende que se posa en la mesa de noche desde donde mi dulcinea garabatea, sueña, piensa y escribe el próximo guion para el siguiente sueño de su amado, el cual seguramente se sentirá convocado a encontrarse con ella, ahí en esa zona del silencio que resguarda la H muda y se acoge a la realización de un sueño sin pies ni cabeza, pero el amor, está emparentado con la locura y confusión.

Todos tenemos un prototipo de hombre o mujer. como decía Saramago en su novela. Yo no soy poeta, pero fan de los desvelos. A veces trabajo hasta entrada la noche o llegada la madruga y darme el tiempo que me lleva admirar tu galería de fotos, tus letras escritas, tu trabajo y la duda de siempre ¿cómo es tu vida allá? ¿Como eras de Mosa cuando tuviste aquel sueño? Aquella primera estrofa, escrita con grafito que guardaste celosamente, sin compartir con nadie, sin saber aun la veta de amor que estabas descubriendo.

Ahora en este tiempo, la vida te ha tratado bien, tienes la juventud otoñal de una dama, el estilo de decir las cosas de forma bella, de una forma que provocas otros poemas y sobre todo esa mirada de quetzal enjaulado que mira por una rendija la libertad. Ya no eres la chavalilla aquella de saya azul, que hacía juego con tus ojos y pelo rebelde que pasaba penurias y soñaba con otras tierras, con otros rostros. Aquella que se sentaba junto al mar a llorar la pena y al caer el manto negro de la noche, volvía a sentir la necesidad de volar.

La galería de fotos es un buen rompecabezas de muchas piezas que, podrían dar luz sobre interrogantes, de ti, de tu persona, de tu lugar donde moras. Siempre que un poeta ve alguna foto, pintura e imagen. Normalmente no la estudia desde la psicología y menos desde la estética. Sino que viaja y se concentra al momento de ser sus manos y sentimiento del artista, que crea esa obra, si es pintor, quiere ser sus manos, si es poeta, quiere ser su mente, su corazón, ser ella. Tomar su mano, alizar su pelo, besar su alma y escribir.

A veces, imagino tu pasado juvenil, como bella e inquieta adolescente con sueños redentores, queriendo salvar un bello pedazo de tierra, que le sangran las venas y que ha dado tan buenos poetas y cantores. Tu Juventud ya asumida, debió ser fabulosa, explosivamente introvertida. Hasta que descubriste el papel y dejaste correr el lápiz y eso quitó las barreras y pudimos encontrarnos, abrir nuestros brazos como U y besarnos y acariciarnos en la intimidad de tus letras y las mías, que se anhelaban y se buscaban.

LENNOX

EL QUETZAL EN VUELO