Escucha los vacios,
saborea sus silencios,
abre las cortinas de tu pecho,
deja que esa roída harpa florezca,
y toque esa melodía de la nube,
deja que las mismas lágrimas del cielo se ahoguen,
con destellos lúcidos del sueño.
El baile de las máscaras quiebra, y la desnudez de esos bellos ojos blancos se embriaga de sus colores,
deja que tu cuerpo se convierta en polvo,
y haz uno nuevo a tús pensamientos.
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