Dejar crecer las alas.

emiliodom

 

He llegado a aceptar de no saber a donde voy, y también procuro entrenarme para el amor. Porque sólo cuando estamos suspendidos en el aire sin aterrizar, tenemos fuerza en nuestras alas, para  comenzar el vuelo. Y mientras volamos, todavía no podemos saber hacia donde nos dirigimos. Pero hay que saber con cierta claridad, que el milagro está en el correcto desarrollo de las alas. No podeos saber a donde vamos, pero de una cosa si estaremos bien seguros, y es que mientras tengamos nuestras alas, el viento nos conducirá a esos lugares que están en nuestra mente y que deseamos poder llegar a alcanzar, para nuestra propia satisfacción personal. De ese modo nos sentiremos muy realizados.

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