Desvincular los oídos para simular sordera
Es otra escala de vida extranjera
Es poseer una morada serena, ansiando morar la carretera
Es mirar hacia el cielo estresado, inhalar y gritar
pu--erta que se cierra puede volverse abrir
Para verte nacer, un vientre tuvo que sufrir
No virtio piel a sobre ti, para verte cesar sin vivir
Sé comprendes lo que digo, disipa tu expresión de imbe--rtido
En mis palabras, simulando desconocer su significado
Deseas resultados sin contar su pasado
Quieres pintar un futuro, sin recordar dónde has comenzado
Buscas libertad de expresión, sin reconocer cómo y a quién le has hablado.
A seres de confianza les hablas con artimaña
Mientras, a extraños les enamoras con vocabulario más dulce que la caña
Perdonate, creíste tenerles engañados; si, las apariencias engañan
Por qué, diría usted, que hasta este punto del camino, nadie le acompaña?
Hablar sólo lo que buscan hilvana telarañas
Falacias impulsan pedernales, mas la verdad mueve montañas
Libertad recompensa esperanza a quien lleva en paz la batalla
No te tacha candidatura llorar un ca--llar tus labios con un trago amargo
Es naturaleza del capitán querer hundirse con su barco
Buscando en sus ojos última gota de Ron , para quien quiera acompañarlo
A escuchar su relato y viva para contarlo
Narrando por qué pensó que callar, le volvería ser admirado.
Callar una respuesta al serle dedicado un 'te amo'
Replicando con un gesto de bien fingido desgano
Un agarre en la garganta, corazón en su opuesta mano
Con ademán de esconderlo, ocultando sólo que ansía brazos hermanos.
Fingir sordera a libretos ajenos
Es encaminar una vida que conduce sin frenos
Encapsulando los suyos, absorbiendo a su paso tus pensamientos
Ahora sabes sólo expresar miedo, desconociendo diferir entre mentira y verdadero
Le consumió la costumbre hablar lo ajeno, en lugar de expresar qué sentía su alma, su mente y su cuerpo.
- Autor: Mad_Hare (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 5 de agosto de 2024 a las 01:14
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 16
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z.
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