Ocurrió, quizás ocurrió, en el laberinto oscuro que invitaba a seguir persiguiendo huellas de incógnitos caminos. Sendas que lo llevaban a oscuros espejos que se diluían en su presencia.
Acechaba ese, su enemigo cada día, cada amanecer y cada noche, a toda hora, en cada instante de su vida. No lo conocía pero vagaba en su mente entre trémulas sonrisas y horrores de espanto. Nunca había visto su rostro, pero siempre sabía de su presencia.
En principio no le prestaba atención pero su huella siempre estaba, mirándolo silencioso, observando sus acciones, y respirando su propio aire. No podía deshacerse de él.
Comenzó un día a inquietarse, no sabía la razón, nunca lo había amenazado, pero su presencia lo abrumaba. Quiso seguir su vida rutinaria pero esta vez no pudo. Tenía que saber de él y del porqué de esa persecución que de pronto lo atormentaba.
Ya dispuesto a enfrentar lo que fuere decidió terminar de una buena vez con la situación sabiendo quién era y dispuesto a acabar con el terror que de pronto sentía.
Así fue que ocurrió: fue una noche de un junio de cualquier año en que su voz tronó aullando al perseguidor de su vida entera para que lo enfrentara. Comenzó a luchar y en loca locura, ya desbordado, empezó a darle golpes , pisoteando sin sentido las baldosas de su cuarto, frenético de ira.
El enemigo seguía persiguiéndolo y ya no entraba en su razón la forma de ignorarlo o matarlo.
Ya enloquecido, en cualquier noche del tiempo, por fin lo encontró, deshizo por fin el macabro hechizo.
Nunca supo que con su muerte moriría él también: mató por fin a su sombra y con ella cedió su vida en su más gloriosa victoria.
(Patricia)
- Autor: Patricia Aznar Laffont ( Offline)
- Publicado: 5 de agosto de 2024 a las 04:23
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 31
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Comentarios6
Matando morimos tambien, es le mensaje de mayor peso que me queda al leer tu poema apreciada Patricia,
Saludos y gracias.
Gloriosa victoria a la vencedora de la sombra de aquel enemigo feroz.
Catalizador en tus letras querida Patricia.
Abrazos y gracias por compartir.
Estimada Patricia, has logrado expresar inquietud y ansiedad con un tono perturbador. La omnipresencia del enemigo invisible, la sensación de persecución constante y la culminación en una confrontación frenética y autodestructiva, destacan en tu escrito.
La sombra bien pueden ser, los aspectos reprimidos y no reconocidos de la personalidad que, aunque ignorados, influyen en el comportamiento y el estado emocional. Esta contienda puede derivar en trastornos mentales como la paranoia o la esquizofrenia, donde el individuo siente la presencia constante de un enemigo imaginario, lo que le genera un intenso sufrimiento y una ruptura con la realidad.
Para tener en consideración la importancia de aceptar e integrar todas las partes y aspectos de uno para lograr la armonía interna.
Saludos Patricia.
Excelentes letras que casi caen al abismo incierto.
Saludos estimada amiga Poeta Patricia Aznar Laffont
Oh me h encantado, mira amiga hace tiempo escribí algo parecido sobre la SOMBRA que atormentaba a un joven y se echo al precipicio porque esa sombra le seguía a todas partes, y la sombra con el desapareció, claro.
Un abrazo
A matar su propia sombra:
la esquizofrenia no tiene límites Patricia, incluso puede terminar en suicido.
Letras escalofrientes amiga
Un gran abrazo
David
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