Sólo se tiene lo que se comparte.
JOSÉ SANCHÍS SINISTERRA
DESDE QUE QUISIMOS CONSONAR EN UNA HIPOTENUSA,
angularnos en el otro, y en el uno
—lo que viene a ser «longitudinarse»—,
no hemos dejado
de secuestrar milagros,
de atenazar historias,
de embolsar instantes, y caminos,
de desvalijar adjetivos, y fechas, y significados,
de vaciar, sobre nuestras manos, tinajas rebosantes de mundo,
porque,
desde que quisimos,
hemos seguido
usurpando simetrías,
reteniendo efectos, consciencia,
incautando palabras y aristas, deseos y azar,
en definitiva, anuestrándolo todo,
como la brújula que, apenas se sabe mirada,
encepa, en una sola aguja,
la totalidad de lo posible.
Vivir es poseer vivencias.
Convivir, parecer ser, poseer vida,
dícese ‘la compartida propiedad
de sucesos fecundos
y promiscuos recuerdos’.
O sea,
desde que escogimos vivir conviviendo,
estamos
(te lo puedo garantizar)
teniendo.
Incluso personas,
universos vestidos con puertas
cerradas y abiertas
que se nos engoznan,
locos de proximidad.
Será que tener se ha vuelto
la irrevocable consecuencia
de codiciarnos,
impúdicamente,
mientras nos crece el tiempo.
Todavía: paráfrasis de un pronombre (2024)
- Autor: Otxamba Quérrimo ( Offline)
- Publicado: 6 de agosto de 2024 a las 04:12
- Categoría: Amor
- Lecturas: 11
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.