Déjame recordar la partitura
en donde nuestro amor, al hoy sin hojas,
brotaba con la gracia y la dulzura
engalanándose en las notas rojas.
Nuestro amor, que volaba en la premura,
nunca fue comprendido entre las masas.
Quizás ahora distan ya los brazos
que en su tiempo eran leña de las brasas.
Y así como se alejan las mareas,
dejando al descubierto nuestros lazos,
así dejaré en versos las ideas
que son y fueron nota en el oído
como también espinas de peleas
que brotaban de rosas de un olvido.
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