Llegué tarde

jorge enrique mantilla

*Llegué tarde*
 *Poema de Joreman*
Llegué tarde a tu corazón mujer querida bella y  hermosa
Me cogió la tarde para llegar a tu alma, que revoletea alegre y misteriosa
Ya soy un árbol viejo, caduco en su madurez, seco y sin ramas poderosas
Y tú eres el árbol verde de los deseos, bella, atractiva, elegante y orgullosa
Tarde llegué a tu precioso manantial cristalino y de aguas luminosas
Y yo en un simple río turbio, opaco y de aguas lentas temerosas
No te doy de beber de mis aguas contaminadas a pesar de tu sed ardiente y piadosa
Llegué tarde a tu corazón, mujer esbelta, guapa y majestuosa
Si tus labios arden en deseos, como quema el bosque con su llama calurosa
Y los mios se fragmentaron, secos, sin saliva y sin el elixir de los sabores pegajosas
Amar es tan bello y sencillo, que a veces se torna del palpitar presurosa
Y llegar tarde es como sanar una cicatriz vieja, que una vez fue horrorosa
Como surcar el mar en una barca rota, enmohecida, sin vela, ni timonel a la deriva tormentosa
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Llegué tarde a tu alma, mujer bella, llena de placeres y bondades
Sí mi espíritu se rebosó de miedos, de sombras y ansiedades
Llegué tarde a tu jardín florecido y a las fragancias de tus majestades
Me cogió la tarde para llegar al placer, a tu alcoba y al calor de tus intimidades
Si tu rosa se confunde con la orquídea y de tu belleza elegante, llena de vanidades
Apenas soy el tallo seco y espinoso, que sangra en llantos y debilidades
Quise tener un amor, pero fui cobarde y no aproveché tus miradas, tus ojos gachos, tus señas qué daban oportunidades
Así como los vientos de agosto elevan las cometas mostrando el colorido y el vaiven de sus novedades
El mío es un viento huracanado, que deshilacha la cuerda, la piola y la cometa pierde la gracia y sus habilidades
Tus aguas son transparentes y cristalinas, dulces en sus generosidades
En cambio las mías, ya llegaron al mar embravecido y las cubrió la borrasca de las tempestades
Llegué ya muy tarde a tu alba, a tu alborada y al amanecer de tus vitalidades
Voy en el ocaso en la decadencia, en el declive de los arreboles, sin el candilazo, sólo y triste, lleno de incapacidades
Llegué tarde a tu corazon, como se pierde la vista en el horizonte de las inmensidades
Llegué tarde a la estación, cuando ya había partido el tren que llevaba tu cuerpo, lleno de alegrías y felicidades
Me cogió la tarde y ya no hay ni fuerzas, ni soberbias, ni llantos, ni lágrimas, ni agresividades
Sólo que llegué tarde, buscando un amor, un placer, sólo que ahora lo buscaré en otros lares, en otras posteridades, en otros infinitos y en otras eternidades.
*Joreman*
*Jorge Enrique Mantilla*
Bucaramanga agosto 7-2024

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