Es otra madrugada.
De nuevo el cruel insomnio se presenta;
en forma descarada
me reta. —Lo aparenta—
Se sabe ganador cuando me enfrenta.
Y veo, resignado,
que el rastro de algún sueño se me aleja.
Me siento tan cansado,
mi cuerpo lo refleja,
no logra resistir, se desmadeja.
Con mi cuerpo vencido,
—no logro comprenderlo, con franqueza,
carece de sentido—
asaltan, con fiereza,
sinfín de pensamientos mi cabeza.
Intento sólo asirme
de aquellos agradables pensamientos
que vienen a invadirme,
pues en estos momentos
lo menos que deseo son lamentos.
Siento que a cada instante
se torna el pensamiento más sombrío;
sin ser tan alarmante
mi leve desvarío
por causa del cansancio y el hastío.
Y todo lo cuestiono.
Tratando de pensar con optimismo
—dejando en abandono
mi orgullo y mi cinismo—
me pongo a dialogar conmigo mismo.
Ésta elucubración
se alarga hasta empalmar con la mañana.
Con la meditación
—que ahora es cotidiana—
allano mi camino hacia el Nirvana.
Con un poco de suerte
el día puede ser más halagüeño
y todo se revierte.
Quizás y si me empeño
podré tocar el vértice de un sueño.
- Autor: albertoescribe (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 8 de agosto de 2024 a las 04:08
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 15
- Usuarios favoritos de este poema: Tommy Duque, Pilar Luna, Yajaira Vargas, Mauro Enrique Lopez Z., EmilianoDR, Omaris Redman, ♦Crystal CG♦
Comentarios2
Completo gozo de lectura.
Muchas gracias Tommy.
Alberto, me ha llamado mucho la atencion su poema.
Gracias y aplasuos.
Agradezco y aprecio el comentario.
Saludos.
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