Los placeres de la carne

Aguila_Solitaria

 

 

Por fin el sueño anhelado,

tierra añorada sin conocer,

lugar amado por amarte.

Casas coloridas cómo tu,

Candelaria chispeante

cómo el brillo de tus ojos,

y el bullicio de tu risa.

En busca del embudo,

Galeano me recuerda a ti,

pecado mortal,

placeres de la carne,

me traen aqui.

Y ahí estás con el rubor en tus mejillas

cómo rosa bañada de rocío,

tú mirada alegre,

cuál melodía traviesa

y mi nombre en tus labios

me sonó tan bello como jamás,

tú talle en mis manos,

tú cuerpo pegado a mi

y el olor a ti

hechizo mágico en Bogotá.

Tus labios húmedos 

bebiendo alma y cuerpo,

serpiente de pecado original

trenzada en lucha carnal.

Noche de éxtasis total

placeres de la carne,

en el jardín de tu desnudez,

esclavo del vaivén de tu cadera,

de la embestida de mi ser,

el tiempo sin tiempo,

mezclas de sudor,

gemidos sin pudor,

Los placeres de la carne,

saciados con ímpetu y valor,

después la calma

orgasmo final,

tú rostro en mi pecho

y el momento espiritual,

sueño consumado

de los placeres de la carne,

todo va más allá.

 

                   Aguila Solitaria 

 

Di no al plagio

Derechos de autor ®

Imagen tomada de la red

Ver métrica de este poema
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos


Comentarios +

Comentarios1



Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.