Una relación peculiar

Pasá que te cuento - Miriam Venezia (Marca y Logo Registrados)

Qué interesante, tener la capacidad de guardar tantas historias diferentes. De alguna manera, a pesar de no haberlo elegido, me place ser su casi indispensable asistente, aunque me gusta más pensarme confidente.

-¡Ja!! Creo que, a esta altura de la relación no puede vivir sin mí.

Cada vez dependemos más uno del otro.

Es casi admirable la cantidad de confidencias que puede compartir con tantas personas y, sólo yo, ser depositario de semejante confianza.

Con el tiempo me fue preparando también para poder delegar algunas de sus muchas tareas. Ya no necesita recordar cosas como fechas importantes, cumpleaños, aniversarios, encuentros o compromisos a largo plazo; pagar servicios o cuentas personales, ir asiduamente al banco; darle cuerda al despertador todas las noches; llevar la máquina para sacar fotos cuando sale de paseo o vacaciones; poner la agenda en su mochila...

Todo esto y algo más, es lo que hace que me sienta muy útil.

Por eso no entiendo cuando se enoja.

Parece no darse cuenta de que, teniendo la posibilidad de relajar su memoria y cumplir igualmente con sus compromisos cada día, la responsabilidad sobre todo lo que me confía, sigue siendo de ella, y para que lo logremos juntos, también debe hacerse cargo de mantenerme alerta.

Soy su mejor colaborador, puedo quedar en silencio todo el tiempo que requiera de mi discreción, hasta recordarle cosas sin que los demás lo adviertan; mas cuando se aleja de mí, no puedo ayudarla si olvida que también tengo voz.

Parece que, con cierta facilidad, muchas personas se enojan con los demás y no advierten que el verdadero enojo es con ellas mismas; que son responsables por sus actos, sus palabras, y que éstas provocan distintas reacciones que no siempre son las esperadas.

Creo que no tuvieron la oportunidad de aprender que lo que sucede en el entorno en que participan, es su responsabilidad, ya sea por acción u omisión, o por permitir aquellas cosas en las que no están de acuerdo. No siempre son conscientes de que lo eligen.

Claro, todo esto desde mi óptica y aplicando la lógica que poseo; asumo que los sentimientos son parte de la complejidad de los seres humanos.

A pesar de todo, me sigue eligiendo.

Y, aunque me fascina conocer y compartir su mundo, es más sencillo no tomar decisiones importantes y seguir siendo simplemente su celular.

 

Miriam Venezia

07/08/2024

 

 

  

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