Reflexiones de un alma poética

Me di cuenta de que mi talento no son las novelas, o será mi fuerte. Descubrí que mis palabras van destinadas a la poesía del alma; breve, sin tanto detalle, más que el amor provocativo y sincero saliendo de mi interior. Me gustan las rimas, aunque alguna vez alguien me dijo que era "anticuado". Me gusta imaginar el sol saliendo por la ventana de la cocina mientras tomo mi café y lo admiro con belleza en mis ojos. Me gusta el silencio adueñándose de la casa y mi mente disfrutando de la paz extrema que acompaña a una dulce soledad. Me gusta creer que estoy en el paraíso y me gusta pensar que no existe el resto. Sin embargo, escribo pensando en aquel libro que llamo libro, aunque solo sean páginas sin terminar. No obstante, no me olvido de mi esencia y mano para escribir lo que salga de mí, y la poesía aparece desapercibida. Entonces, la marca de mis iniciales se reflejan al terminar mi café junto a la ventana de la cocina y el sol despertando para mí. Vuelvo a comenzar.