Besé sus ojos y bebí sus lágrimas
hasta que su pecho cesó de inflarse.
Dentro de mis brazos,
respiraba como una niña
aprisionada por congojas.
Tomé su sufrimiento,
lo vertí en mis poros
y me fui mientras ella
se hundía en el ojo
de agua de su sueño.
HuGóS | 8-11-2024 | 11:55 p.m.
- Autor: Humberto Gómez Sequeira ( Offline)
- Publicado: 12 de agosto de 2024 a las 03:57
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 59
- Usuarios favoritos de este poema: jvnavarro, Mauro Enrique Lopez Z., Menesteo, WandaAngel, El Hombre de la Rosa, racsonando
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