Aumenta la soledad
y, con ella, los recuerdos,
se amontonan en el alma
con el polvo de los tiempos.
Son los días de un pasado
con rescoldos que, a lo lejos,
nos detiene y nos subyuga
con personas y momentos.
Son instantes detenidos
y galernas con los vientos,
con retales de la vida
rescatados de los sueños.
Soledad que ahora me abrazas
y me ahogas con tus besos,,
no me lleves al pasado.
que es caduco y ya está muerto.
Aunque queden telarañas
el presente es lo correcto,
y la vida continúa
en otoños y en inviernos.
Atrás quedan los veranos,
primaveras con los cielos,
donde bellas mariposas
nos dejaban su embeleso.
Hoy, el parque nos espera,
con el banco del abuelo,
y esa sombra protectora,
y hasta el sol para los huesos.
Soledad nunca me borres
la sonrisa que yo anhelo,
ni la cambies de mis labios
que musitan un "te quiero"...
Y lo hacen por la vida
que recibo en este cuerpo,
cada día y cada instante
sin pedirla y como un premio.
Rafael Sánchez Ortega ©
10/08/24
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 12 de agosto de 2024 a las 04:58
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 17
- Usuarios favoritos de este poema: Texi, Mauro Enrique Lopez Z., ♦Crystal CG♦, MISHA lg
Comentarios2
Genial.
Gracias Rosario.
y entre suspiros y suspiros leo tus letras poeta
son hermosas
gracias por compartir
Soledad nunca me borres
la sonrisa que yo anhelo,
ni la cambies de mis labios
que musitan un "te quiero"...
Y lo hacen por la vida
que recibo en este cuerpo,
cada día y cada instante
sin pedirla y como un premio.
besos besos
MISHA
lg
Gracias a ti, Misha.
Abrazo.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.