Yo te bauticé mia, flor mía.
Te bauticé en el cauce de un rio de plata, adornado con el aroma de tus labios.
Yo te hice mía, hija de la naturaleza, hice con tu cintura electrizante un nido de pasiones, atado a tu fugaz voz.
Te hice mía mujer, solo mía, te sostuve en el peso de mis manos duras, bese tantas veces tu anaranjado plumaje de vil reina, atorada como una fuerte roca en mis adentros.
Mía y solo mia, mi bella, mi ninfa, mi soledad y mi compañía, mi cómplice, mi complemento, mi cielo y mi tierra, mi linaje y dureza, todo lo llenas, si, todo lo llenas con tu alocada primavera.
- Autor: Juan Sebastian Mena ( Offline)
- Publicado: 12 de agosto de 2024 a las 16:50
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 42
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Pais, ElidethAbreu
Comentarios1
Loas a esa flor primaveral.
Gracias poeta !
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