PIENSO, LUEGO... EXISTO.

PIENSO, LUEGO… EXISTO

La sobria realidad viaja ausente,
cabalgando con un trote creciente,
con una naturalidad consecuente,
y fruto de una vanidad elocuente.

La firmeza de tu bravía deslealtad,
ensalza mi indestructible libertad,
por una llana y simple dificultad,
y un confiado vinculo de amistad.

Ante un espontáneo gesto de nobleza,
manejo mis argumentos con destreza,
y son tantas las razones de tu proeza,
que privan ante… tu inusual franqueza.

No te imaginas mi amarga abstinencia,
es mi más cruel, y estricta penitencia,
todo se cargará en tu mala conciencia,
y no te valdrán tus gritos de clemencia.

Me iré preparando en una delicada mudanza,
que pondrá fin a todo atisbo de esperanza,
sopesaré lo bueno y lo malo en una balanza,
e iniciaré otra ruta sin ánimo de venganza.

En razones del corazón, es muy frecuente…
que una dura hipocresía… nuble tu mente.
Son reflejos más de una inmadura pubertad…
que, por la razón de una leve deslealtad.

Hay que meditar, y no actuar con braveza,
buscar la solución y proceder con firmeza.
Pensar que no somos iguales en apariencia,
y poner a prueba toda nuestra inteligencia.

Ver los contras y los pros, en la contrabalanza,
así se habrá obrado bien, y sin desconfianza.