El Banquete de la Parca: Una Fiesta para Todos

Baila la muerte con sus zapatos rotos,
Riendo a carcajadas, sacudiendo los huesos,
"¡Vengan todos!", dice con gran simpatía,
"Al final del camino, soy su única guía."

El rey en su trono, con corona dorada,
Cree que su poder es su gran armada,
Pero la muerte, con un guiño astuto,
Le dice: "Majestad, tu tiempo es diminuto."

El pobre, cansado de cargar su miseria,
Se burla en silencio, ya no hay histeria,
"Al fin te alcanzó, oh noble señor,
En la tumba no existe ni reino ni honor."

Los ricos amasan sus bienes y joyas,
Pensando que el oro será su congoja,
Pero la muerte, con paso ligero,
Les quita las perlas y el falso dinero.

Los sabios estudian el cosmos entero,
Buscando respuestas en un mundo sincero,
Pero la muerte, con risa burlona,
Les susurra: "La ciencia no salva, solo abandona."

Los soldados marchan con paso marcial,
Pensando que el acero les dará inmortal,
Pero la muerte, con su guadaña al viento,
Les corta las filas sin ningún argumento.

El artista que pinta la vida en colores,
Cree que su arte desafía los dolores,
Pero la muerte, con un trazo final,
Le borra los cuadros y el genio inmortal.

El amante que jura amor eterno,
Se cree inmune al reloj tan moderno,
Pero la muerte, con un beso frío,
Le dice: "El amor también tiene su brío."

Y así nos arrastra, en su danza grotesca,
No importa el disfraz, ni la vida en la fiesta,
El joven, el viejo, el santo, el ladrón,
Todos acaban en la misma canción.

Se ríe la muerte, con risa sonora,
"¿Por qué temen tanto a esta hora postrera?
¿No ven que la vida es un juego prestado,
Y que el fin es tan solo un regreso esperado?"

Así que brindemos por este final,
Con copas vacías y un vino fatal,
Que al fin y al cabo, en este gran teatro,
Todos seremos solo polvo en el acto.

Baila la muerte con sus zapatos rotos,
Nos lleva en su danza, a todos, a todos,
Ríe la vida, pero sabe en secreto,
Que al final del camino, la muerte es el veto.