En la penumbra, un suspiro,
los ángeles danzan, juegan,
mis ojos se cierran en su arrullo.
Voy por caminos de estrellitas brillantes,
las risas flotan suaves como burbujas danzantes.
Tu voz llega como la melodía de un río,
acaricia el alma, la envuelve,
en esta burbuja, un mundo mío,
donde lo imposible se disuelve.
Cada paso, es un latido, un te amo,
cada instante, un lienzo sin mancha,
la vida se siente como un regalo,
un abrazo que une las almas.
Pero al asomar la luz del alba,
Siento el tirón de la verdad fría,
como un despertar donde la calma
se convierte en carga de agonía.
¡Dulce sueño, no quiero partir!
Tu magia me envuelve en terciopelo,
no quiero sufrir,
en este edén, florece la realidad de mi anhelo.
Que la noche me abrace eternamente,
en su manto de estrellas doradas,
aquí soy feliz, aquí soy valiente,
mis suspiros morirán en la alborada.
Así, en el eco de un latido eterno,
me aferro al sueño, luchando por quedarme,
pues despertar a un mundo externo,
sería perder la razón para amarme.
*Orqui Valdés*
❤
15/8/2024
- Autor: Orqui (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 15 de agosto de 2024 a las 13:05
- Comentario del autor sobre el poema: Gracias a todos los que se preocuparon por mi salud.... Gracias a Dios, estoy mucho mejor.... Abrazos.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 3
- Usuarios favoritos de este poema: Orqui Valdes, ElidethAbreu
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