Yuri I: El Encuentro de Sinai y Enai

Francois Sand

En el cálido atardecer, los últimos rayos de sol se filtraban a través de las cortinas de la pequeña habitación, envolviendo a Sinai y Enai en una luz dorada. Ambas vestían faldas que apenas rozaban sus rodillas, y sus cabellos rojos caían en suaves ondas sobre sus hombros.

Sinai, con una sonrisa tímida, acarició la mejilla de Enai. "Siempre me ha gustado cómo brilla tu cabello bajo la luz," murmuró, acercándose un poco más.

Enai la observó, sus ojos llenos de un cariño indescriptible. "Y a mí me encanta cómo se enciende tu mirada cuando me miras así," susurró, tomando la mano de Sinai y llevándola a su pecho.

El contacto de la piel bajo la tela delgada hizo que Sinai sintiera un escalofrío recorrer su espalda. Sus dedos se deslizaron suavemente por los senos de Enai, mientras ambas contenían la respiración, sumergiéndose en ese momento íntimo. "Tu piel... tan suave," comentó Sinai, su voz apenas audible.

Enai cerró los ojos, disfrutando cada caricia, cada toque. "Eres la única que me hace sentir así," respondió, guiando la mano de Sinai hacia el borde de su falda.

Sinai no dudó. Sus dedos acariciaron suavemente el muslo de Enai, subiendo lentamente, sintiendo el calor que emanaba de su piel. Enai dejó escapar un suspiro tembloroso cuando la mano de Sinai se detuvo sobre su vagina, rozándola apenas, pero lo suficiente para provocar un gemido ahogado.

"Te deseo tanto, Enai," confesó Sinai, su voz cargada de emoción y deseo.

Enai abrió los ojos, mirándola intensamente. "Hazme tuya," susurró, sus labios buscando los de Sinai en un beso que encendió una chispa que rápidamente se convirtió en llama.

El deseo entre ambas creció, sus cuerpos encontrándose en un abrazo apretado. Los dedos de Sinai exploraron con más confianza, encontrando el camino hacia la intimidad de Enai, acariciándola con ternura y pasión. Enai arqueó su espalda, perdiéndose en la intensidad del momento, sintiendo cómo cada toque la llevaba más cerca del orgasmo.

"Sinai..." murmuró Enai, su voz quebrándose por el placer.

Sinai la observó, sus propios deseos reflejados en los ojos de Enai. "Quiero que sientas todo lo que yo siento por ti," dijo, antes de inclinarse para besarla de nuevo, más profundamente esta vez.

Y así, entre susurros y caricias, ambas encontraron el clímax de su pasión, unidas en un momento que era solo de ellas, donde el mundo exterior desapareció y solo quedaron los latidos acelerados de sus corazones y el calor compartido de sus cuerpos.

  • Autor: Francois Sand (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 17 de agosto de 2024 a las 05:29
  • Comentario del autor sobre el poema: En la encantadora historia de amor entre Sinai y Enai, las dos protagonistas se sumergen en un viaje íntimo y emocional. Sinai, de carácter tierno y reservado, y Enai, con su mirada profunda y cálida, encuentran en cada gesto y caricia una conexión que va más allá de lo físico. La atmósfera íntima de su encuentro, marcada por la luz dorada del atardecer, enmarca un momento de pasión y ternura que define su relación.
  • Categoría: Erótico
  • Lecturas: 17
  • Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., Antonio Pais, Sergio Alejandro Cortéz
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