Madre y Reina de Luz!
Contemplo, Madre mía, tu rostro adolorido
tus ojos, que derraman lágrimas sin consuelo
mirando a tu Hijo, en la cruz, estremecido
morir entre dolores, sin amparo del cielo.
Veo tu corazón, palpitando solo apenas
desgarrado de angustia, consumido de pena
mientras Él, tu Hijo, agoniza y serena
su alma entrega a la muerte, en suprema condena.
¡Oh, Madre de dolores, Reina de la Piedad!
¡Qué amarga es tu herida, qué acerbo tu tormento!
¡Cómo sufre tu alma en tanta adversidad!
Contemplo el misterio de tu Hijo en la cruz
y siento que mi pecho se parte de emoción
ante el sublime drama de su muerte y tu luz!
ElidethAbreu
08/17/2024©
08/17/2024©
- Autor: Ellie (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de agosto de 2024 a las 11:29
- Comentario del autor sobre el poema: En medio de la oscuridad y el sufrimiento, la Madre de Jesús se mantuvo erguida, su rostro bañado por una luz interior que iluminaba su alma. No era la luz efímera de las antorchas, sino una llama eterna que ardía en su corazón, sosteniendo su espíritu en los momentos más aciagos. Mientras contemplaba a su Hijo clavado en la cruz, el dolor desgarraba su alma maternal. Y sin embargo, en esa mirada llena de pena, brillaba una luz que no se apagaba: la luz de la fe inquebrantable, la esperanza que trasciende el sufrimiento y la caridad que abraza a toda la humanidad. Esa luz era la fuerza que la sostenía, la guía que le mostraba el camino a pesar de la oscuridad que lo envolvía todo. Era la certeza de que, aun en medio de la tragedia, el plan divino se cumpliría, y que de la muerte surgiría la vida eterna. María, Madre de Dios y Madre nuestra, se convirtió en un faro de luz en aquella noche de horror. Su fortaleza y su serenidad frente al sufrimiento se convirtieron en un ejemplo imperecedero de cómo enfrentar las adversidades con fe y amor. Esa luz que brillaba en ella iluminó el mundo, guiando a los discípulos en la oscuridad y dando esperanza a todos aquellos que se encontraban sumidos en la desesperanza. Ella, la Madre de Luz, se erigió como el modelo de la mujer fuerte, de la discípula valiente, de la creyente confiada en los designios del hacedor y todo lo guardaba en su corazón.
- Categoría: Triste
- Lecturas: 50
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Comentarios7
Un poema casi oracion en un agosto que antecedentes a grandes fiestas con sus santos de puerta en puerta
Un saludo
Gracias mi apreciado poeta por pasar y comentar.
Saludos y abrazos.
Un saludo y abrazo
¡Qué hermoso poema, Elideth! La imagen de la Madre Dolorosa, llena de amor y sacrificio, nos conmueve profundamente. Tu sensibilidad y la belleza de tus palabras nos acercan a la profundidad de la fe y la esperanza. 🙏✨ !!!
Muchas gracias mi querido poeta Sergio por tan hermosas palabras expresadas en tu comentario que valoro y aprecio.
El labor del poeta llevar fe y esperanza en sus letras, anunciar el bien.
Abrazos mi Sergio!
bellas letras espirituales poetisa
gracias por compartir
Contemplo el misterio de tu Hijo en la cruz
y siento que mi pecho se parte de emoción
ante el sublime drama de su muerte y tu luz!
besos besos
MISHA
lg
Gracias mi bella MISHA por tu paso y tu comentario.
Besos y abrazos.
Pensaba dejar mi humilde opinión, pero ya te elogiaron bastante....jejeje
De toda maneras aprecio tu paso por mi poema de hay.
Aunque no sea practicante de ninguna religión, admiro la profundida con la cual abordas los temas de la fe según tus creencias.
Mi cálido abrazo viaja hacia ti con mi admiración a tus letras y gran cariño a tu persona.
Gracias apreciado poeta, igual yo admiro la mujer que fue la madre de Jesus y su fuerza ante el sacrificio, lo escribi hace un buen tiempo.
Abrazos y saludos.
Loor estimada Elideth cuanto amor de esa madre al ver a su hijo en la cruz una mujer virtuosa , para ver y bajar para que se cumpliera la profecía. Un saludo con mucho cariño.
Hermosísimos versos que no había tenido la oportunidad de leer. el dolor de una madre por la muerte de un hijo creo yo que no se compara con nada, gracias a Dios tengo a mis tres hijos conmigo.
Abrazos eternos mi querida amiga Elideth
Gracias mi bella Alicia, ha de ser muy duro perder a un hijo,.
Me alegra que tenga contigo a tus tres tesoros que se seguro son tu motivo de luchar y de vivir.
Abrazos!
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