Llueve en Colmar.

Randy Mueses

La lluvia desfallece suavemente 
en los vástagos rotos
en los muros agrietados 
en mi corazón lástimado
en el silencio de mis días grises
en la leve corriente del canal
es un desolado llanto melancólico.
 
 
 
No quisiera que lloviera
en esta ciudad sin ti,
no quisiera imaginar que 
has leído todo lo que te he
escrito y aún así no has 
vuelto a mi lado.
 
 
 
Porque allí donde estas, llueve
y aquí donde estoy, llueve aún más.
Pero ya no nos tenemos 
para cubrirnos de la lluvia 
y abrigarnos del frío.
 
 
 
 
 
 
 
 
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