La holgura fuliginosa de un ingenio inmenso,
noctívaga y vestida de lagos gentiles,
evoca el manto celta de un serafín perdido.
Mi corazón, agrietado con cuidado,
susurra su soliloquio entre sombras,
como tentáculos que buscan en vano
su presa en la oscuridad.
Allí, los tercetos grises y los satenes de luna
silenciosamente celebran la armonía del rayo;
allí, la figura del destierro
dibuja el oro triste en el pecho del sol,
un corazón que sostiene la lámpara
brillante del epíteto.
¡Oh, solemnidad que me seduce!
La devoción de un cataclismo contenido
se convierte en un poema profundo,
una señal que acaricia el júbilo,
desterrando mis pesares en retazos monosílabos,
tejidos en la frialdad divina de ilusiones griegas.
- Autor: Ivette Mendoza Fajardo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 18 de agosto de 2024 a las 14:40
- Comentario del autor sobre el poema: Poema abstracto
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 54
- Usuarios favoritos de este poema: Tommy Duque, Antonio Pais, José Valverde Yuste, EmilianoDR, Sergio Alejandro Cortéz, Pilar Luna
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